Una de las cosas que más me sorprendió en un viaje de trabajo a África (hace ya más de 10 años, eso sí) fue ver los tremendos prejuicios entre los distintos países. Hasta el punto de estar en una pausa de café de un evento para directivos, comerciales y demás y que la conversación derivara rápidamente en un “todos los nigerianos sois unos ladrones” por parte de un angoleño, y de ahí para arriba.
No hay problema que Colau no pueda arreglar con un referéndum inconstitucional.