n3k0

Cuanto daño ha hecho Dr. Slump.

n3k0

No nos engañemos, el problema creo que es justamente el contrario. La mayoría de Ingenieros informáticos acaban trabajando como meros programadores.

No todos los ingenieros informáticos se dedican a realizar procesos de inteligencia artificial, sistemas de visión por computador, robótica, desarrollando algoritmos para misiles, desarrollando protocolos de seguridad, diseñar lenguajes de programación, diseñar un sistema operativo, etc...

Temas en los que sí que son necesarias unos buenos conocimientos matemáticos. No nos olvidemos que la informática tiene unos fuertes fundamentos matemáticos.

Puede que fuera necesario que en la universidad se introdujeran más lenguajes y tecnologías distintas, aunque como menciona el autor, eso se puede aprender de forma autodidacta.

Pero en ningún caso creo que sea bueno el eliminar todas las matemáticas y fundamentos teóricos: como matemáticas discretas, métodos numéricos, cálculo diferencial e integral, teoría de grafos, teoría de lenguajes formales, etc...

n3k0

#6 En la misma página tienes la lista actualizada del 2009:

http://naemem.blogspot.com/2009/08/empresas-espanolas-2009.html

Y también hay una interesante lista (con vídeos) de los juegos desarrollados en España en el 2009:

http://naemem.blogspot.com/2010/04/juegos-espanoles-desde-junio-2009-hasta.html

n3k0

El abogado de Matas descarta que de momento vaya a prisión.

Nunca se sabe...

n3k0

#24 Entiendo los distintos tipos de modelos de negocio que se pueden poner en ejecución para que los autores no tengan que pasar la puerta de las editoriales.

Pero últimamente me pregunto que pasaría con autores de otras nacionalidades, como podríamos acceder a las obras de algunos autores que no hablan la lengua de Cervantes, si no es por el trabajo de algunas editoriales que nos traen las obras de autores.

Y no todos ellos son de habla inglesa: Hakuri Murakami, Andrej Stokowski, Stieg Larsson, Julio Verne, etc..

La verdad es que no tengo claro cual puede ser el modelo de la autopublicación por parte de los propios autores en otros idiomas distintos al suyo propio.

sorrillo

#98 Te haces una pregunta que está de sobra respuesta en la actualidad.

Las traducciones colaborativas gratuitas son uno de los nuevos modelos que mejor han funcionado.

#88 En el mismo comentario hago referencia a asumir un riesgo al hacer la donación. Arriesgar 10€ para que tu autor preferido decida escribir su próximo libro es un riesgo perfectamente assumible por mucha gente.

Otra alternativa sería que empresas como PayPal o los bancos hicieran de mediadores en las donaciones. De forma que éstas pudieran ser devueltas si el autor cancelara el proyecto. No así si el autor decidiera publicar el libro sin calidad con intención de obtener las donaciones, acto que difícilmente podría evitarse pero que supondría para el autor cavar su propia tumba desde un punto de vista literario.

También hay que tener en cuenta que el modelo que propongo requiere inversiones (donaciones) ínfimas en comparación con las necesarias para la publicación mediante editorial. La editorial debe vender el papel con beneficios y a su vez debe hacer lo mismo el transportista y el vendedor de la tienda.

Todos estos intermediarios desaparecen en el nuevo modelo.

daphoene

#103 Yo había pensado hace tiempo en algo parecido, pero al momento me pareció un poco feo eso de secuestrar la obra y pedir un rescate por ella, aunque no deja de tener su parte cómica. "García Márquez mantiene retenida su última novela, Las enaguas de la tía Engracia y otras fábulas truculentas, y exige para su liberación un millón de dólares y un helicóptero..." En fin, es una propuesta un poco arriesgada para el lector, pero tiene su lado útil para el autor, es una forma más.

PayPal y semejantes se llevan una comisión por cada donación, no le llega al autor el 100% pero lo que le llega es más que el porcentaje que le daría una editorial. La gestión de las devoluciones es compleja, pero es cuestión de ponerse a ello. Desde luego, cualquiera que sea el nuevo modelo, será más barato para el lector, y más beneficioso para el autor, a mayores del beneficio implícito de la mera difusión de la obra, que, no lo olvidemos, quizá sea el aspecto más importante, que la obra vea la luz, y la podamos disfrutar todos.