#12 Lamento tu mala situación de salud. Tienes razón. Si al final todo esto te supone una fuente de disgustos, es mejor evitarlo. Aunque como viste, en el último artículo ya no te atacaron.
#12 Lamento tu mala situación de salud. Tienes razón. Si al final todo esto te supone una fuente de disgustos, es mejor evitarlo. Aunque como viste, en el último artículo ya no te atacaron.
#3 Gracias por tu visita. Cuando desees, eres bienvenido.
#2 Es lamentable amigo, pero, Ves que ya no podrè publicar los veinte y cuatro capìtulos restantes? Yo, el libro COMO SE GESTA UN DEMENTE lo obsequio, pero presumo que TAMPOCO puedo decirte por aquì, què hacer para obtenerlo, pues de seguro me ganarìa màs problemas...
#10 No te preocupes. Observaré tu obra a través de tu página web. Un abrazo.
#1 Amigo. Yo vengo y publico de buena fe, si eso incomoda, yo no puedo hacer nada. Mi intenciòn es dar lo mejor lo de mi arte...No lo quieren?? Para mi no es extraño, los seres humanos siempre solemos reaccionar asì. Muchas gracias por tu solidaridad. Un abrazo.
#9 De nada. Un abrazo.
Cuenta mamá Panchita que mucho antes de aprender a escribir yo ya dibujaba. Por muchos años, orgullosa de mi precocidad, atesoró el primer dibujo que realizara cuando apenas tenía algo más de cuatro años de edad.El diseño consistía en una feliz mamá coneja empujando un cochecito en el que llevaba a sus dos conejitos bebés que levemente mostraban sus caritas sonrientes. Mamá Panchita mostraba con jactancia aquel dibujito a cuanto visitante venía a casa. Pasaron algunos años y recuerdo muy claramente que solía enfundarme en un enorme saco de Papá Vicente, me ponía un gorrito de lana negra y dibujaba héroes de la historia del Perú y cuando alguien me sorprendía en ese trance yo respondía que era un pintor loco, emulando a algún personaje que debía haber visto en alguna revista de la época. En este momento vienen a mi mente evocaciones de cómo pasaba las horas en soledad, jugando con unos soldaditos de plástico con los que inventaba historias de guerra y romance; como no tenía muñequitos de mujeres utilizaba pomitos de inyecciones a los que le aplicaba trozos de algodón que simulaban cabelleras y que sujetaba a las tapitas de las botellas con alfileres. Era capaz de idear numerosas historias en una, como si fuera un cineasta; debo reconocer que mi imaginación era desbordante. Por esos mismos años descubrí que poseía una habilidad innata para dominar la pelota de fútbol, pero como era un tanto temeroso e insociable con los niños de mi edad, no jugaba fútbol, sólo me limitaba a dominar la pelota, cada vez con más virtuosismo. Mientras tanto mi hermanito mayor, Carlos Miguel de apenas quince años, jugaba al fútbol de manera competitiva. Ambos estábamos físicamente muy bien dotados para practicar cualquier deporte. Siendo este juego muy hostil cuando lo practicas en las calles, fue forjando a Carlos Miguel como un excelente y rudo zaguero capaz de agarrarse a las trompadas con quien osara enfrentársele, logrando hacerse un tipo temido, carácter que fue llevando poco a poco al ámbito fuera del campo de juego, convirtiéndose en un peleador compulsivo que muchas veces se agarraba a las trompadas con matones conocidos y “respetados en el mundillo del hampa juvenil”. Muchos de estos líos los asumía en defensa de sus amigos más débiles, algo que lo volvía muy carismático entre sus compañeros. Yo sabía que usaba pastillas y jarabes que contenían barbitúricos y alcaloides para drogarse; cuando llegamos a los estudios secundarios, también yo me vi inmerso en esa vorágine de peleas y drogas. Al cumplir quince años, Carlos Miguel se enamoró de una bella jovencita y aunque creo que se amaban, siempre reñían. Ciert o día, mamá Panchita, papá Vicente y yo, en compañía de varios tíos y16 primos, viajamos por unos días al pueblo natal de mi madre dejando a Carlos Miguel solo, en casa. En el camino fui invadido por una terrible angustia, sensación que jamás había experimentado y que no me abandonó hasta la noche cuando nos comunicaron que mi hermano había fallecido; la familia se apresuró a regresar. Al llegar a Lima supimos que Carlos Miguel se había suicidado con una sobredosis de barbitúricos motivado por alguna desavenencia con la bella niña, su enamorada. Dos de sus amigos estaban presos pues estaban drogándose junto a él cuando ocurrió el deceso. Supimos que había sido un suicidio ya que dejó una carta a su enamorada diciéndole que la amaba y dando a saber que lo había intentado con anterioridad, pero había fallado. Nunca pude reponerme de la pena de haber perdido a mi único hermanito, sumado al sentimiento de culpa por no haber tenido la suficiente inteligencia y proyección para intuir la crisis por la que mi adorado hermano debió estar pasando. De allí en adelante no hubo sonrisas en casa por mucho tiempo…O. Mejìa, Arte y Cultura
No sé dónde estoy, no sé si esto es sueño o realidad, no sé cómo llegué aquí, ni siquiera sé exactamente quién soy pero se me han encomendado los roles de testigo y protagonista de lo que en estos extraños parajes ha sucedido y tengo la imperiosa misión de contarlo a quienes habitan el mundo de afuera, el que ellos dicen que es real más sólo soy un portador del mensaje… Quien me utiliza de mensajero es el que ha embarazado mi mente con estas visiones que debo narrar detalladamente para dejar testimonio de lo que me tocó vivir.Empezaré por la apertura de mis recuerdos si bien tampoco estoy seguro de que sean recuerdos, quizás sólo sean unas de esas fantasías mitomaníacas como tantas otras con las que he ido edificando el soporte psicológico que fue el sustento para afrontar y asumir mis miedos, angustias, soledad deseada y conquistada, así como mi condición de maníaco-depresivo y carencias que vinieron adheridas ami existencia.Lo primero que viene a mi mente es un largo pasadizo de color gris, coronadoal fondo por una puerta de madera marrón rojiza. Entre las habitaciones que flanquean el pasadizo hay una que está medianamente inundada, un charquito en el cual flota una especie de canoa cuyo casco está construido con hule de colores amarillo, rojo y verde. Luego el viaje con papá Vicente, mamá Panchita y Carlitos, mi hermano mayor, en un autito azul marca Willis por un camino largo con un constante e inacabable muro de gigantescos adobes que cubiertos de pintas, vaya Dios a saber desde qué tiempos, nos acompaña incesantemente. Me parece que en aquellos tiempos yo era muy feliz, tenía poco menos de dos años, según cuenta mamá Panchita.Así llegamos a Comas, a un terreno con una casucha de esteras. Atrás, en lo que sería nuestro patio, puesto que estábamos ubicados en la ladera de un cerro, había una enorme roca de aproximadamente unos ocho metros cuadrados por cuatro metros de alto. Ya éramos casi como los colonos, habitantes de un lugar que se hallaba a tres horas de la Lima “civilizada”.Papá Vicente salía todas las mañanas en su autito Willis a cumplir con su trabajo de cobrador de una empresa de productos alimenticios envasados. De regreso a casa, luego de su faena laboral, se detenía a recoger por el camino cualquier neumático viejo que hallara tirado; al llegar, ya de noche, prendía fuego a los neumáticos que previamente había apilado a un costado de la enorme roca que se erguía en nuestro patio. Los neumáticos ardían en una gran fogata que dada su cercanía, ponía la roca al rojo vivo. Era el momento en que papá Vicente aprovechaba para arrojar agua al fragmento de la piedra incandescente, esta crujía y explotaba en trozos, pedruscos que eran transportados en una carretilla hacia las casas de los vecinos que necesitaban material para rellenar y emparejar sus terrenos; esta operación se repetía noche tras noche. Era común escuchar a papá Vicente gritar:-¡Viejaaaaa! Aleja a los chicos que voy a echar agua. Yo disfruté mucho esta etapa, sí, creo que era un niño feliz. A mis tíos les llamaba mucho la atención verme silbar con gran entusiasmo.Desparramaba alegría, como si intuyera que debía deleitarme intensamente por aquellos días, como si algo me avisara que eran tiempos de vivir en pleno estado de despreocupación pues posteriormente esa etapa me sería rotundamente negada.O. Mejìa, Arte y Cultura.
Los seres humanos llenos de la soberbia con que nos han alimentado las religiones acerca de que somos la especie dominante pues fuimos creados a imagen y semejanza de dios, andamos por este mundo henchidos de altanería y ufanándonos de ser la personificación de la evolución superlativa…Y no es así.Hemos dado pasos agigantados en nuestro avance tecnológico, pero nuestra esencia vital no ha variado un ápice. Seguimos siendo el mismo simio ladrón, mentiroso, conspirador, hormonal, y auto destructivo.Se que a muchos les van a incomodar estas descripciones, pero esa incomodidad sòlo tiene asidero en nuestro reflejo por no aceptar en nosotros mismos lo que en los demás vemos como condenable.¿Quién no ha robado algunas monedas, algún objeto, alguna idea, o lo que fuera que obviamente no nos pertenecía?¿Quién sobre este mundo no ha mentido alguna vez?¿Quién no ha conspirado contra alguien?¿Quién alguna vez no ha actuado irracionalmente guiado únicamente por sus hormonas?¿Quién no se ha refugiado en la auto destrucción en búsqueda de algo de placer momentáneo o queriendo sosegar alguna carencia?Pero nos cuesta reconocernos… Y es que socialmente tampoco resultaría meritorio ni bien visto, reconocer que tenemos latentes estas debilidades. Entonces nos vemos forzados a querer ocultar lo que en realidad somos.Es así como el humano agrega a su ya retorcida esencia un ingrediente muy propio y exclusivo en nuestra especie…¡¡La hipocresía!! Y con ello intentamos disfrazar y disimular nuestra bestialidad.Lógicamente, a quienes se rasguen las vestiduras y más le cueste aceptar ser portadores de estas características, serán exactamente los que las manifiestan de manera más recurrente.Permítanme estampar aquí un adagio muy realista y siempre vigente: “Cualquier ser humano que no esté purgando condena social, es simplemente porque a nadie se le ha ocurrido investigar plenamente sus actos”.Entonces, aunque nos cueste asumirnos y aceptar nuestra condición de animales sin evolución esencial, seguimos siéndolo, pero como de manera inconsciente, poco consciente, o consciente, nos avergonzamos de ello, nos hemos convertido en la especie psicológicamente retorcida por excelencia:En mayor o menor medida somos mezquinos, desconfiados, egoístas e individualistas. Por ello nuestro afán de acumular bienes materiales que muchas veces sabemos que jamás llegaremos a consumir. Por ello muchas veces se nos hacen insoportables los logros de nuestros semejantes. Por ello nuestro paso por este mundo está plagado de insatisfacción, y la plenitud nos resulta esquiva y ajena.Por estas razones puedo asegurar, que si en este momento te sientes embargado por la idea de que mis conceptos son erróneos y no se ajustan a tu perfil, tienes muy serios problemas de conducta, aun cuando los tengas muy ocultos y muy bien disimulados.O. Mejìa, Arte y Cultura
La mentira. condenada y repudiada por las morales sociales, satanizada por las religiones como pecado.¿Es tanto así?Tanto religión como sociedad ¿no pronuncian y enuncian esto desde falsas morales? Si mentir se define como transmitir algo que no se ajusta a la verdad. ¿Las mismas religiones, no mienten en mucho de su esencia misma? Todas las religiones del mundo, sin excepción, han ido variando, mutando preceptos, y ajustando sus conceptos, para reinventarse y adecuarse a los tiempos.si se varia algo que en un momento se expuso como verdad ¿Eso no es mentir?Con respecto a la moral social. ¿Qué ser humano, rico, pobre, culto, analfabeto, mudo, hablante, imbécil o genio-pensante, no ha recurrido a la mentira para lograr propósitos diversos?Todo ser humano, ante determinadas circunstancias…miente.Adentrandono s al contexto, también veremos que las mentiras pueden darse bajo una infinita gama de situaciones y características…y allí se concentran gran parte de los cuestionamientos.¿Hay mentiras condenables, y hay mentiras no condenables?¿Hay mentiras que son pecado y mentiras que no lo son…?¿Quién posee la autoridad y objetividad necesaria para definir esto? …Estoy convencido que, nadie.Entonces. Como elucubrar es gratis y además sirve de ejercicio para mantener nuestra mente alerta. vamos al tema:Podríamos decir que la mentira es la acción y el engaño seria la intención. De ser así, entonces es la finalidad del engaño la que debería ser sensible a ser satanizada como delito o pecado, y no así la mentira como acción.Permítanme plantearles algunas situaciones en las cuales la mentira puede resultar positivamente constructiva.Si un niño, al oír que llaman a la puerta de su casa, abre y se encuentra con unos tipos armados, que preguntan por su padre, y que él sabe que está dentro, pero da como respuesta, que su padre acaba de irse calle abajo… ¿Sería justo que la moral religiosa o social lo condene y repudie? ¿Con su mentira, no habría construido una esperanza de vida para su padre?Otra situación:Sí un tipo, a sabiendas que los enfermos terminales poco antes de morir se levantan de su postración y sienten mejoría repentina, va al hospital a visitar a un amigo internado por cáncer terminal, y lo encuentra sentado, y de un ánimo estupendo. Y le dice. -Que alegría verte mejor, tu voluntad ha empezado a vencer tu enfermedad, a este ritmo, volverás pronto a casa y nuevamente podremos ir juntos a pescar-.El tipo mintió. Èl sabía que su amigo moriría pronto; pero con su mentira le construyo una sonrisa y una esperanza…aunque ficticia, pero esperanza al fin y al cabo.Debido a una extraña enfermedad degenerativa, de origen genético, yo ya no puedo caminar, y apenas si puedo mantenerme de pie. Progresivamente voy perdiendo la facultad de movimiento en mis brazos y piernas. Pero soy un artista con una desbordada imaginación; sumergiéndome en ella me digo a mí mismo. -Afuera todos caminan y corren con independencia. Pero yo aquí en mi burbuja, valiéndome de mi arte y mi fantasía, tengo el poder de dibujarme un par de alas y puedo volar…¿Para que me preocupo en caminar o correr…?Todo esto le parecerá a muchos disparatado y delirante. Pero vivir la vida, constantemente requiere de trucos… y este truco, en lo personal, me resulta funcional.Sólo es cuestión de ser un excelente mentiroso, y claro, también debo esforzarme por participar activamente al momento de creerme esta auto mentira…sino no funcionaría con éxito.¿Todo es falso? ¡Si! Pero con ello conseguí fabricarme una realidad alternativa confortable, y puedo sonreír con mucho más entusiasmo que muchos que poseen la independencia de caminar y correr.¿…Que les estoy mintiendo? …Es posiblePero quizás, la próxima vez que debamos referirnos a la mentira como delito o como pecado, podamos ser más amplios en nuestros conceptos.Esta es otra de mis invitaciones al análisis y a la duda.O. Mejìa, Arte y Cultura
En un banquito de cortas patitas, estaba sentada aquella niña de mirada distante y sonrisa con ausencia de alegría. Sus piernitas flacuchas de prominentes rodillas, se unían mientras las canillas se separaban dando forma a esa particular figura en “A” pues sus piececitos se hallaban girados hacia adentro, tocándose los deditos de ambos pies. El cuadro era cómico, tierno y al mismo tiempo… desolador.A pocos metros de altura sobre ella, una espesa y gris nube de no más de ochenta centímetros, lloraba gotas gélidas que empapaban a la niña.¿Cómo podía ser que en un día tan soleado y atractivo para vivirlo plenamente, aquella nubecilla gris se empecinara en propinarle una lluvia exclusiva e incesante a la niña de mirada ajena y distante? ¿Es que acaso hay seres humanos que nacen y viven con tormentas sobre sus cabezas?Largo rato estuve observando con minucioso detenimiento a la niña sentada en el banquito en medio de la plazuela, con su nube gris goteando sobre ella. Por sus dorados cabellos recogidos en desordenadas trencitas y su carita de piel extremadamente blanca, se deslizaban manantiales de agua que presumo, caían unificándose con sus lágrimas, casi como queriendo ocultarlas.Pude haberme largado ¿Qué necesidad tenía de entrometerme en sufrimientos ajenos cuando tenía más que suficiente con los propios? Y sin embargo, no tuve el valor…no pude… Mi corazón oprimido me decía “Ella es”. Ni por atisbo podía sospechar quién era “ella” pero con cada latido, mi cerebro iba obnubilándose más y más. No había modo de utilizar la razón pues a cada segundo se iba apoderando de mí la certeza de que era “ella”…ella era vital ¿Para qué, por qué? ¿Cómo podía saberlo? Desde la sinrazón, algo me impulsaba a acercarme. Cuando estuve frente a ella, a centímetros de su humanidad, no supe qué decir, escuetamente me quedé observándola. La niña de trencitas enmarañadas se rascó la rodilla derecha. Pude apreciar su rostro; la sonrisa dibujada no estaba más, la lluvia la había borrado. De repente pero con suma lentitud, elevó su cabecita hasta hundir su triste mirada en la mía. Delineó una amplia sonrisa y gritó:- ¡Papá!- pegó un brinco y se abrazó a mi cintura. Como por obra de arte y magia, la nubecilla gris que hasta ese momento había estado sobre ella, se evaporó.-¿Quién eres, pequeña? No te conozco- traté de liberarme de esos bracitos enclenques pero ella se aferró con más ímpetu y volvió a mirarme fijamente a los ojos.-¿No me reconoces, papito? Soy tu hija. Te estaba esperando, sabía que vendrías por mí… y viniste.Fue entonces que recordé que había acudido a la plazuela porque esa mañana, a la hora de afeitarme, hallé pegado al espejo con un trocito de cinta adhesiva, un papelito donde se leía “El destino aguarda por ti en la plazuela”… y aquí estaba…quizás esta niña era el destino que me estaba aguardando. No había otras personas, objetos o circunstancias a mí alrededor. Hacia cualquier punto que dirigiera mi vista y el resto de mis sentidos, no había nada, absolutamente nada, como si el espacio se limitara a ella y el banquito, como si un vendaval hubiera disipado el escenario dejándonos sólo a los dos, enfrentados, mirándonos.Tomé a la niña de la mano y comenzamos a caminar. Mientras yo iba encerrado en un mutismo analítico que escarbaba en mi entelequia, tratando de hallar explicaciones coherentes, la niña que se decía mi hija, no apartaba la mirada de mí al tiempo que sonreía y entonaba cánticos que revelaban penas, dolor y desamor. El monótono estribillo coreaba “Nunca me llevaron de la mano, nunca me llevaron de la mano…”Casi sin darme cuenta, llegamos a la burbuja en la que habito, mi santuario, ese que me otorga la soledad necesaria para fabricar mundos. Le dije que se pusiera cómoda más ella se rehusó a soltar mi mano. Así, con su manito aferrada a la mía, ocupé mi sillón-santuario y empecé a fabricar mis mundos con la niña sentada sobre mis rodillas. Me resultaba extraño ya que jamás permití que profanaran esos momentos en que mi mente se desliga de mi estado de conciencia, imperiosa necesidad para crear… pero allí estaba la pequeña. Su presencia era natural, como si siempre hubiera participado de la construcción de mis fantasías. Pasé horas concentrado en mi tarea hasta que sentí hambre, ella también, entonces comimos unos bocadillos que yo mismo preparé y mi niña degustó con avidez. Estábamos cansados, nuestros cuerpos invitaban al reposo; nos acostamos uno al lado del otro y dormimos. No me soltó ni un instante. La tibieza de su manito en la mía, nos sumió en un profundo y delicioso sueño… siempre sin soltar nuestras manos.Recogidos en ese estado de ensueño, nos internamos en un territorio tenebroso. Era obvia su peligrosidad ya que a la entrada un letrero anunciaba “Esta es LA OTRA CARA, refugio de ermitaños, transgresores, insatisfechos, abusadores y patrañeros”.La advertencia de aquel cartel no detuvo nuestro andar; acaso porque estábamos convencidos que al estar tan fuertemente fusionados, nada malo podía sucedernos. Con recelo pero decididos, continuamos internándonos en ese presunto temible territorio. Eché una concienzuda ojeada a los alrededores y no vi otra cosa que ruinas y montículos de basura. Más, de pronto percibí movimientos, y de entre uno de esos montículos emergieron un grupo de seres con rostros de roedor y cuerpos de hiena dispuestos a atacarnos. Tomé a la niña y la aupé sobre mis hombros a la vez que extraje el alfanje que siempre llevaba al cinto…del miedo nació el coraje… Con la niña posada sobre mi cerviz y cogida a mi cuello, arremetí contra aquellos seres zoomorfos. Mi filoso alfanje iba cercenando miembros y cabezas; la lucha era desigual en número pero esa persistente necesidad de protegerla, guiaba la trayectoria del filo de mi arma y no erraba tajo ni estocada. Me resulta imposible calcular cuánto duró la lid. Cuando caí de rodillas, extenuado y jadeante, la niña y yo estábamos empapados con la sangre verde de aquellos entes que ahora no eran más que un repulsivo picadillo sanguinolento, producto de la acción de mi incisiva arma. Al bajarla de mis hombros me llevé una gran sorpresa, la niña ya no era una niña, era una mujer en todos sus sentidos aunque conservaba el rostro infantil. Se paró frente a mí y me dijo a modo de sentencia:-De ahora en adelante yo te cuidaré y haré de ti el león Rey que mereces ser- Luego me ayudó a levantarme pues por mis propios medios me resultaba dificultoso, aún no recuperaba las fuerzas para hacerlo.Inexplicablemente, decenas de plumas blancas cubrían el campo de batalla.Retomamos nuestro andar, tomados de la mano. La noche sentó presencia envolviéndolo todo en una atmósfera de tierna y a la vez, seductora complicidad. Fue entonces, que ella pronunció:-De aquí hasta mis últimos días, iré donde tú vayas. Serás mi padre, mi marido, mi amigo, mi cómplice, mi hijo. Serás mi todo por siempre. Lo juro por Dios.“¿Cuánto duran los días de un ángel?”Sonreíamos todo el tiempo; nos alimentábamos con alguno que otro mendrugo de pan, y nos prodigábamos mucho amor, mientras planeábamos la construcción de mundos, con el único material que teníamos a mano… nuestra imaginación. Con ella fabricamos un corcel blanco de largas patas, y alas muy grandes. Con él hacíamos largos vagabundeos surcando los cielos de los caseríos. Ella iba a las riendas y yo detrás hablándole de la penuria de la gente al acarrear materiales como piedras, ladrillos, madera, etc. etc. pero que yo les enseñaría como hacer casas, ciudades y torres con papel, humo… o sólo con palabras. Todo era felicidad, el mundo no importaba, nosotros éramos el eje del universo. Mas al cabo de un tiempo, ella me dijo:-Debo volver a mi banquito de la plazuela, es preciso que lo haga pero algún día regresaré por ti- Al escucharla, mis ojos se humedecieron…¿Y si no volviera nunca más, qué será de mí?Cuando desperté, ella no estaba más.Día a día hallaba pegados al espejo con cinta adhesiva papelitos con escritos que me hablaban de un amor sublime y promesas de sueños que cumpliríamos cuando ella reapareciera para irrumpir en mi tediosa vida, todos con el mismo epilogo a modo de rúbrica: “Tu destino… tu niña”Durante muchos meses, los papelitos pegados al espejo continuaron apareciendo, siempre con el mismo talante pero de a poco los mensajes empezaron a escasear y hacerse cada vez más distantes.Sucedió una mañana. Iba a afeitarme cuando hallé una de las notitas, y grabada en ella: “Perdóname por abandonarte, pero debo aguardar una señal…la señal que me revelará el SUPREMO más sólo yo debo descifrarla y para eso debo tomar distancia de tu mundo…”En cinco centurias jamás había conocido la felicidad… y ahora que la supuse mía, que abrigué esperanzas, que me inventé una vida sin brujas ni escobas, ella, mi niña felicidad, me daba un portazo en las narices. De un golpe de puño destrocé el maldito espejo, escogí cuidadosamente uno de los trozos más filosos y con habilidad de cirujano abrí mi pecho. Introduje mi mano temblorosa en el hueco, justo en el centro de mi arrojo y me arranqué el corazón. El hambriento de amor aún latía en mi puño cuando lo arrojé al excusado. Desangrándome caí de rodillas. Mientras jalaba la llave del paso de agua pensé: “Tenía una cita con mi destino… ¿Soledad es el nombre de mi destino?”. Caí de bruces al piso, todo se tornó negro, muy negro… sentí que me deslizaba en medio de esa lobreguez. Lo último que pensé fue “¿Por qué la vida me hizo esta broma…?” ¡Claro! Debería reírme pero se vería ridículo hacerlo mientras mi existencia se va consumiendo con cada gota roja que riega el piso… estoy muriendo.¡OH!…una luz celeste al final del túnel… ¿Y si no es mi momento? ¿Y si no me está permitido atravesarlo? ¿Sucumbiré en la eterna penumbra del purgatorio por no haber sabido esperar la señal?No importa, ya estoy en camino…no puedo ni debo retroceder… O. Mejìa, Arte y Cultura.
No desafíes la oscuridad de la noche, que en cuanto la negrura devora el día, los demonios la tachonan de parásitos con forma de huevecillos color verde petróleo. Estos huevecillos se deslizan haciendo movimientos temblorosos y se meten por entre tus orejas y tus fosas nasales para incubarse entre tus sesos mientras, rápidamente, engullen cuanta masa encefálica hallan a su alrededor. Cuando ya no hay restos de ello, los huevecillos, ahora gordos y muy activos, eclosionan liberando jugos viscosos y gases tóxicos que invaden tu bóveda cerebral, apoderándose de tu voluntad y haciendo de ti un demonio más. Te digo esto por experiencia pues yo también fui un demonio, pero esta espada que empuño hoy, la usé para abrir mi cráneo de un certero tajo, y vaciar de mi todo resquicio demoniaco, reemplazándolo por unos papiros que hablaban de un gran disconforme, de un demente mayor. Al instante volví a unir las dos partes de mi cráneo, y sellé mis heridas con esta cinta que me identifica como “El mensajero”… ¡¡Vamos!! Comamos helados de un mismo cucurucho que aún falta mucho para que caiga la noche.O. Mejìa, Arte y Cultura
Al gran Charles Chaplin apenas le dejaron descansar en su tumba un par de meses después de su fallecimiento… ¿Conoces la historia del secuestro del cuerpo de este gran actor?
Amigos. Por favor. No respondan a los comentarios negativos.
Gracias por tu solidaridad hermano, pero por favor ya no respondan. Un abrazo, y que sea el público quien decida que desea mirar y leer.
Todos los homicidios son por negligencia o por intolerancia.
Ups. Esto no lo sabia...
Hay porquería en el que reprime como en el reprimido. Si piensas lo contrario es porque no tienes auto, o porque aun no ha venido una turba de protestantes y te lo ha quemado.
#18 Pssst un consejo, seguro a todo riesgo
Y otro consejo mucho más mejor de regalo: defiende un reparto justo de la riqueza y que se hagan cumplir los DDHH y la Constitución. Verás como no aparece ninguna turba a quemarte nada, pequeñín.
Besis
#32 ¿En serio hay que tener seguro a todo riesgo el coche (contando que si es viejo sale por una pasta) por si una banda de sinvergüenzas te lo quema?
¿Y como se defiende el reparto de la riqueza? ¿Quemamos todos los coches y así nos jodemos todos y vamos todos andando?
¿Reventando las ciudades defendemos la constitución y los DDHH?
Vaya comentario y que asco el tonito.
#59 Por si una banda de sinvergüenzas te lo quema o se te jode por la Filomena y la inacción del gobierno pepesuno o por si se te estrella borracho el Miguel Ángel Rodríguez consejero de nuestra querida IDA.
Fíjate si hay motivos para ponerle el seguro a todo riesgo además de porque unos manifestantes le tiran unas piedras mientras la policía los muele a palos
¿Sabes cómo se defiende el reparto de riqueza? No votando a partidos liberales y/o corruptos declarados como pepesunos y sus vástagos de CHALEVOX
Besis guapetón, no te me enfades que te salen arrugas 😘
#81 Pues yo lo tengo a todo riesgo porque no sé si a un guiri borracho le va a dar por joderme el coche.
Y quien dice un guiri dice una panda de nazis exaltados celebrando a la división azul
Hijito. Exacto. Vota lo que desees. Ese es tu problema. Es lógico QUE TILDES DE MALO Y VOMITIVO lo que por escases de entelequia no entiendes, no comprendes, no intuyes, ni percibes. Como te repito, búscate un trabajo productivo, y en tus ratos libres vienes y comentas SPAM, SPAM, y votas en negativo. Acaso crees que eres un referente o líder para que la gente deje de ver lo que le gusta, porque thror voto negativo??? ...Que ridículamente chistoso eres...jajaja. Me da risa y lastima a la vez. Aquí también, fin de la charla throrcito JUA-JUA-JUA...
lameculismo el tuyo. Le debes dinero al Johnny Quest?? y tu nombre o el de él no brillan mas por su ausencia?? Ustedes ni MONOS PINTAN, y quieren ser aquí los exclusivos. Deberían buscarse ambos un trabajo de verdad, producir algo bueno, que valga la pena. y no andar de fijonas de quien publica para boicotearlo. Que profesión tienes?? En que trabajas?? Ubícate. Que te aseguro que si estuviéramos frente a frente, no me rebuznarías... Y cuando te desocupes de andar de FISGONA, buscas en Google quien es Oswaldo Mejía, y luego te lavas el hociquito con detergente. Fin de la ridícula charla. Ya no te contestaré, pues eso que tienes es mas contagioso que el covit 19 mutado. Limítate a comentar SPAM, SPAM, y a votar en contra, Y NOSOTROS SEGUIREMOS PUBLICANDO AQUI O EN CUALQUIER OTRO LUGAR.
Chau thror (Que nombrecito) jajaja...
“LOS HOMBRES DE PIEDRA” es el título de un relato de la escritora cuzqueña Alfonsina Barrionuevo, quien tuv...
Esta corta historieta la realicé en 1979, allá en mis años de estudiante de artes, en uno de mis arranques depresivos. Debido a la crudeza de...
Y no hay consulta previa a los Colegios médicos?? Es tan https://omejiaarteycultura.art/2019/11/04/escalera-para-un-sueno/ y vulnerable el sistema??
#4 Me pusieron mil PEROS para que no publique links a mi sitio, me insultaron, me ofendieron y me penalizaron, Regresè y no publiquè mas link, sòlo articulos personales que ni estan en mi blog...IGUAL, no aceptan. Por mi no hay problema. Estoy postrado, me estoy muriendo. Què necesidad tengo de exponerme a maltratos de quienes no conozco ni conocerè jamàs...?? Gracias por tu gentileza.