Tras la polémica nacida en su análisis de ciertas derivas políticas inscritas, en parte, en la obra del autor madrileño Daniel Bernabé, Juan Luis Nevado Encinas realiza una crítica –esta vez sí– de su último libro: La distancia del presente. Auge y crisis de la democracia española (2010-2020).
Unas líneas (más) al calor del debate sobre transformación, posmodernidad e izquierda. Reacción y progreso como categorías a repensar y construir desde una modernidad estrellada contra Auschwitz e Hiroshima.
Este mes sale a la venta el nuevo libro del periodista Daniel Bernabé: La distancia del presente: Auge y crisis de la democracia española (2010-2020). La llegada de esta obra, que leeré cuando pueda adquirirla desembolsando lo que se merece, canaliza en mi bajo vientre todo mi recelo ante la deriva reaccionaria de algunas corrientes de la izquierda.
En un entorno en el que la condena al terrorismo es más traducible como asunción del lenguaje del poder que como fría crítica al fenómeno y sus causas, la razón que quiere descubrir los mitos que envuelven al “diablo” se vuelve ella misma ciertamente un mito.
Se busca desmontar la supuesta inepcia de la presidenta Isabel Díaz Ayuso. El autor apuesta por identificar un himeneo o un maridaje pseudo sacro entre las barbaridades fonéticas expulsadas por la boca de la presidenta madrileña y el ocultamiento de la medidas económicas neoliberales que empobrecen a la sociedad madrileña en su conjunto, pero especialmente a los sectores más vulnerables de la misma.
La percepción de la feminidad como una parcela a la cual solo puede accederse con un determinado tipo de genitalia convierten un movimiento transversal de búsqueda radical de la igualdad en una actividad para privilegiadas que poseen un distintivo.
La activista antiespecista y fotógrafa italiana Selene Magnolia ha afirmado: “Una vez que contemplas el sufrimiento en los ojos del otro ya no puedes mirar para otro lado”[1]. La sociedad se encuentra confinada en sus casas a modo de distopía hollywoodiense, y es hora de re-pensar las implicaciones de este cambio de paradigma. Incluso los más avezados voceros neoliberales han dejado de leer a Hayek, y sus tesis económicas neoliberales y austericidas (o más conocidas como socialismo de élite) y han comenzado a rescatar páginas proscritas de econ
Hace una década que se nos fue Saramago, el genial y comprometido literato comunista y libertario. Su eco está más vigente que nunca, pero la ceguera vuelve a ser negra. Nunca hemos dejado de estar ciegos y en esta situación no iba a ser diferente. Un mes y medio, ¿quién lo diría? Un mes y medio llevamos confinados. La situación inmediatamente anterior a la declaración del Estado de Alarma se ve ya (valga la expresión) –si es que alguna vez no lo fue– como un pasado mítico, fragmentario, inconmensurable. El único acceso al mismo son los descont
#1También: "Estado de la persona que sufre una pérdida pasajera del entendimiento y de la capacidad de razonar o de darse cuenta con claridad de las cosas." Es el sentido metafórico que quiere darle el texto.
A la República Federal de Alemania, fundada en 1949, se le llamaba un tanto despreciativamente la República de Bonn. Esta fórmula descriptiva reflejaba la realidad pos-nacional de un nuevo Estado, que, teóricamente debía superar la historia del viejo Estado nacional alemán, construido en torno a la tradicionalista e imperialista Prusia y su capital Berlín. Más tarde, esta identidad pos-nacional se complementaría con un proceso de americanización de la mano de los cancilleres democristianos, y, a partir de 1964, con un giro, desde los ámbitos c
#1 También: "Estado de la persona que sufre una pérdida pasajera del entendimiento y de la capacidad de razonar o de darse cuenta con claridad de las cosas." Es el sentido metafórico que quiere darle el texto.