De verdad, esto se está pasando de castaño a oscuro. Las leyes carecen de lógica en su contenido y de buena estrategia de intelecto y sentido muchas veces y aunque se hayan construido alguna depuradora y desaladora, eso sale caro y no está destinado a consumo humano. Se ve una cosa tan simple y obvia que los políticos ni se preocupan de que algún día les pueda faltar (claro, mientras se la garanticen ellos, no hay problema, como son pocos y tienen buenos amigos...). Es lo que tiene depender de los políticos, que con su enorme responsabilidad están gestionando asuntos que atañen a millones de personas. Está claro que puede más el capital que el interés humano. Las leyes no son humanas y estos políticos tampoco parece que lo sean, al no hacer gran cosa para evitarlo, no les debe preocupar mucho por más que teatralmente lo manifiesten, esperemos no sea fingido, lo siento, yo es que no entiendo de Política, debe ser algo muy complejo para hacerlo realmente inteligible. Tanto que se habla de efectividad en la Administración Pública, pues no lo será visto en ese sentido, pues la ley carece de eficacia y muchas hay que cambiarlas, por ser antiguas, y a pesar de haber todos los días novedades legislativas, se trata de priorizar, cosa que parece costarle a la Administración. Como siempre, el interés privado predomina. Nos gusta más el dinero que a los tontos. No se puede pronosticar cómo acabará esto pero sobre todo porque prefiero no saberlo y estos temas me inspiran respeto. Es bueno que empecemos a dramatizar desde ya.
La política está claro que no tiene mano dura en estos temas, no sé si es que no le interesa o que no ejerce ningún control. Los agricultores tienen mucho que decir en esto. Mientras reciban el dinero que ofrecen, no les importa abandonar los cultivos o reservarles a estos menos cantidad de agua o regarlos con agua no potable (no diga que ocurra con todo).