La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria se vende como una Universidad puntera, en la que uno se puede conectar a Internet desde cualquier Campus y 24 horas al día, pero todos los que estudiamos o trabajamos en cualquiera de las facultades y escuelas del Campus de Tafira sabemos que no es verdad.
En pleno siglo XXI todas las universidades que quieran mantener una cierta cuota de calidad docente y prestigio, deben proporcionar unos servicios a la altura de dichos objetivos, y más si cabe si existe detrás de todo ésto una financiación pública.