No quiero gastar mucho de mi precioso tiempo con esa página, pero por lo que veo si no sabes euskera... y yo por desgracia sólo sé: ETA EZ.
De todos modos, esto simplemente será para tocar las pelotas, porque a estas alturas no creo que vayan a conseguir nuevos seguidores, que deben tener los mismos de siempre más dos o tres jovencitos con subdesarrollo neuronal de vez en cuando.
Hombre, visitas va a conseguir, seguro. La mía la tiene, así como un comentario porque lo del método AIDA es como descubrir América, aunque no está de más que lo recordemos, o más bien que seamos conscientes de ello.
¿Nadie es profeta en su tierra? Será que no lo quiere ser porque no le conviene.
Analicemos: si la oración sirve para la curación del paciente (eso debe creer el creyente), ¿por qué pide licencia para hacerlo? ¿Acaso, si el enfermo lo necesita, se le pide permiso para aplicarle un sedante o una medicina? ¿O tal vez la enfermera quiere llegar más allá y comunica su ofrecimiento a la paciente con la esperanza de que el efecto placebo surja efecto también con la oración?
¡Con el solecito que hace hoy y yo aquí devanándome los sesos!
Me ha robado usted el comentario, #2: le declaro culpable y le corto la conexión.
Perdón por el chiste tan malo.