En un principio teníamos autismo clásico y síndrome de Asperger. Después se empezaron a ver tantos casos intermedios, tantas variantes sin límites nítidos, que se acuñó el término trastornos del espectro autista. Posteriormente nos hemos dado cuenta una vez más de que los humanos tendemos a clasificar todo en cajones, en compartimentos cerrados pero casi nunca son las cosas así en la Naturaleza, de la que no está de más recordar que nosotros formamos parte.
Este cuadro representa a Magdalena Ventura, llamada coloquialmente “La Barbuda”. Esta mujer fue invitada al Palacio Real de Nápoles por el virrey don Fernando Afán de Ribera y Enríquez, tercer Duque de Alcalá cuando éste supo de su existencia. El virrey ordenó a José de Ribera, a quien tenía contratado como pintor de la corte, que le hiciera un retrato para dejar un testimonio de aquel personaje singular.
Evolutivamente las hemoglobinas tienen una historia fascinante, ya que son de las pocas proteínas presentes (directamente o alguna proteína emparentada) en todas las ramas de la vida. Las hemoglobinas tiene un origen ancestral común muy antiguo, en las bacterias, y pasaron a las células más complejas (con núcleo) por transferencia horizontal a partir de las bacterias que vivían dentro de ellas de forma simbiótica.
Parece que es una idea consolidada en el imaginario colectivo que los genes determinan nuestro futuro y que, si acaso, nuestras experiencias, el ambiente, pueden modificar algo este fatalismo. Esto ya no es tan sencillo. Nuestros descendientes pueden heredar algunas de nuestras experiencias más traumáticas.
Durante los últimos cinco años, la organización sin ánimo de lucro Global Shark Tracker ha capturado y etiquetado a 110 tiburones por todo el mundo (75 de ellos grandes blancos) y ofrece una herramienta gratuita y online para conocer mejor su comportamiento. Los puntos en el mapa son escualos que se desplazan durante meses por el océano y cuyos avances se pueden seguir vía satélite.