Lo grave del asunto es que el gobierno vasco pone en el mismo caldero a asociaciones de victimas y a asociaciones responsables de que se produzcan estas victimas. Las ayudas a este tipo de asociaciones de presos de ETA no deben de existir, porque ya sabemos a donde va a parar ese dinero. En todo caso que se concedan directamente a los propios familiares de los presos de ETA, que como bien dices, harto desgracia es para una familia tener a un hijo etarra.
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El titular está bien.