z

Tremendas las fotos. A los que tuvimos (por una vez!!!) la suerte de que pasara por la puerta de nuestras casas (Neuquén, Argentina) fue como si nos hubieran traido a Disneylandia.

De hecho mis padres que tienen sus 57 y 55 años (papi y mami respectivamente) se fueron como nenes a recibir a los pilotos. Fue una gran alegría para todos, algo realmente único.