Hace 19 días | Por NubisMusic a theconversation.com
Publicado hace 19 días por NubisMusic a theconversation.com

Hace unas semanas Ana descubrió un nuevo restaurante de esos instagrameables y objetivo de vídeos de TikTok, con vasos llamativos, humo en los platos y cubos de hielo que brillan en la oscuridad. Sin haberlo pisado, ya considera que este sitio es “lo más”. Pero ¿realmente el restaurante es famoso o es el cerebro de Ana engañándola? Este fenómeno se ha amplificado gracias a los algoritmos de las redes sociales y los contenidos generados por los usuarios y el marketing de influencers para promover marcas, productos y servicios con muy buen...

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Otro éxito de la no-cocina, te vendo lo mismo o peor pero disfrazandolo de cuqui y exclusivo

https://www.eliberico.com/el-restaurante-de-salt-bae-en-londres-es-considerado-como-uno-de-los-peores-de-la-capital/

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No, no es el cerebro de Ana engañándola.
Es Ana, voluntariamente, la que se deja engañar por no querer tener ni la menor pizca de pensamiento crítico.

Eso o sólo tiene 14 años y quien la engaña no es su cerebro si no la red social mostrando cosas que no son para su edad.

Olepoint

La 'palabro' clave y mágica es "exclusivo"... No os imagináis la cantidad de infelices que hay por ahí fuera tratando de sentirse "especiales" para ser felices.

Cuando se aprende a no necesitar ser "especial", cuando comprendes que ahí fuera hay millones de personas iguales a tí, y otros tantos mejores que tú, eres simplemente feliz, y cualquier situación, por simple y común que sea, tomar un café, dar un paseo, tener una charla con alguien te hace aún más feliz.

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#3 Pero te imaginas lo anodino que es ser como otro cualquiera? No entiendes que para la mayoría de las personas, es absolutamente esencial saberse especial entre los 8.000 millones de seres vivos que somos.
Todo funciona, pero cuando vives en un lugar turístico, te das cuenta que recibimos unos 15 millones de turistas al año y la gente deja de ser única, bueno en su adn sí, pero por lo demás...

Olepoint

#4 La realidad es que somos casi iguales, y digo casi por no decir iguales, a todos nos gusta ser felices y sentirnos bien, y es mucho, pero que mucho más lo que nos hace iguales a diferentes, vivir pendientes de "ser diferente" solo te llevará a ser un infeliz, porque estarás todo el tiempo pendiente de analizar a los demás, y no tratando de ser feliz, siendo como eres, da igual si te pareces a los demás o no, simplemente, sé feliz, y para ser feliz no hace falta mucho.

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Como mencioné antes a otro usuario. Cuando vives en la Costa del Sol y recibes 15 millones de turistas, que se dice pronto. Estás tan hasta los pirindinguilis de ellos, que cuando vas a ir a un lugar a comer consultas en internet si tiene muchas menciones para no ir. Porque si es popular está petao de turistas, o es precio turista o ha dejado de ser malagueño y no tiene nada especial. He optado por no poner reseñas de los lugares a donde voy para no ayudar a popularizarlos, o bien poner buenos comentarios en sitios horribles. Ejemplo hay una cascada en Istán que parecía única y apenas iba gente allí porque necesitas coche y andar un buen rato. Paraje sin suciedad y apenas frecuentado. Te quedabas parado en el agua cristalina y los pececitos te tirabas de los pelos de las piernas. Podías ver a varios metros de profundidad. Actualmente está lleno de basura y concurrido.
Entonces quieres pasar un día en el Jardín botánico de Málaga y vas a tomar un café y el camarero te pregunta en inglés qué vas a tomar. Le pregunté si podía pagar en Pounds! Creo que entendió la indirecta y pasamos a idioma del lugar.
Conclusión, cuando algo es muy concurrido deja de ser especial.