Hace 2 años | Por Waskachu a redfilosofia.es
Publicado hace 2 años por Waskachu a redfilosofia.es

El problema de la identidad —así como el de la libertad— es un problema típicamente moderno que se enraíza en una creciente preocupación filosófica por el individuo. Es la Modernidad el momento histórico en el que este tipo de cuestiones florecen y adquieren un protagonismo sin igual. Dentro de la Modernidad, fue más concretamente en el Romanticismo cuando surgió la teoría que en este artículo vamos a exponer: la identidad como autenticidad. Esta forma de entender la identidad la han defendido autores como Heidegger, Nietzsche u Ortega y Gasset

Comentarios

dick_laurence

Algo parecido puse hace poco en otro comentario: decía Rougier, un filosofo cercano a las posiciones analíticas, que "La historia de la filosofía [occidental] no es más que una serie continuada de juegos con la palabra ser".

No dejo de plantearme si esta mercancía lingüística de eso que llamamos "el ser", con toda la tinta que se ha vertido alrededor de esta idea, no nos conduce en realidad más que en una tautología circular, que en el fondo no nos aporta ninguna información: una trampa semántica, una falacia de petición de principio.

Solo aprehendemos siendo, no hay experiencia vivida del “ser en sí”, libre de determinación: la “ficción ontológica”, con esa sustantivación del ser como instancia única... ¿No es eso un nomen?. Hipostatizar una abstracción, como es esa del “ser”, con ese supuesto "carácter individual y esencial (auténtico se dice)", pudiera ser el colmo de la especulación metafísica.