#4 Y había unas tapaderas con unos agujeros de... unos dos centímetros de diámetro o así... (quizás menos) para que al hervir la leche rebosara una gran parte por esos agujeros... controlando un poco el gran lío que era que te despistaras y saliera toda esa espuma de golpe... digno de ver las carreras de crío para ver hervir la leche.
copia: #13 #15
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#30 Nosotros teníamos una olla que tenía una especie de placa inferior agujereada de ma que partía un tubo de unos 3cm de diámetro.
Al hervir, la leche subía por el interior del tubo, rebosando como un volcán en la parte superior y hacía que se enfriase, por lo que la ebullición se mantenía un tiempo sin que la leche "subiese" como en una olla normal.