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Una pregunta, para el que tenga alguna idea. Los más brillantes (entiendo que densos) tienen líneas concéntricas que convergen en ellos. Si fuera una fotografía, se entendería que es el efecto de la luz refractada, pero esto es una imagen creada a partir de datos, no el efecto de una lente (entiendo). ¿Qué explicación puede tener? Pregunto desde la ignorancia y curiosidad genuina.

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#14 Totalmente, yo quiero ver ese espectáculo. Ligarle los pases a un velociraptor tiene que tener una miga de la hostia, y templar y mandar ya ni te digo.

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#39 Demasiado simplista. A la Iglesia le comía terreno en "sus" días festivos, y a Bonaparte le convenían espectáculos que le congraciaran con un pueblo que no le quería. En todo caso, hay cierta relación entre el desarraigo a las fiestas de toros en función de su apego a Europa (Ilustración y Noventayochismo) o su apego a lo particular hispánico y lo popular (Romanticismo, movimientos popularistas del XX)

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Un par de apuntes, que el artículo es breve. La única prohibición total fue la de Carlos IV, que la Guerra de la Independencia dejó en agua de borrajas. La prohibición de Felipe IV, por ejemplo, correspondía solo a 24 leguas a la redonda de Madrid (aunque tuvo grandes implicaciones, puesto que hasta entonces, quitando las fiestas de los pueblos, muy similares a las de ahora —en algunas cosas seguimos como antaño—, el toreo predominante era a caballo y ejecutado por nobles, pero la desafección de los borbones motivó el alejamiento de la corte y la irrupción del toreo a pie, popular y plebeyo).
Otro detallito es que la participación de Godoy no fue tan determinante, sino que fue obra de la élite ilustrada del país, cabreada con el desprestigio de España donde estas fiestas, consideradas bárbaras por el extranjero, aportaban su granito de arena. Pero a muchos de los investigadores en el tema taurino —en su mayor parte taurófilos— les encanta hacer esta relación en cuanto se asocia el desprestigio de Godoy a esta medida.
Curiosamente, el Romanticismo asistió al fenómeno opuesto: se ensalzó el toreo como fiesta nacional por sus rasgos distintivos en oposición a las naciones extranjeras. Quitando las filias y las fobias —algo inevitable en tanto que es algo aún en boga—, el tema de los toros —concretamente su licitud o ilicitud— es apasionante en cuanto se relaciona una barbaridad con la historia ideológica de España y con todos sus vaivenes.
¡Ah, y si la Iglesia se oponía desde el principio era porque les pisaban los días festivos, y no por motivos humanitarios. La Iglesia nunca ha sido altruista. Y el papado se metió de por medio cuando empezaron a molestarles los toros en sus puertas, sobre todo en carnavales: el mismo César Borgia toreaba. Lograron erradicarlos de raíz en sus territorios, pero en España solo lograron conflictos diplomáticos con Felipe II.

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Partiendo de la condena de estos actos, no puedo evitar pensar en «El cuervo», de Max Aub, y su relato sardónico de su estancia en los campos de concentración franceses tras la Guerra Civil. Me gustaría pensar cuánto hay de animalismo, desde esta perspectiva, motivado por «tratar como animales», frente a la procedencia de una religión y cultura castradoras. Aborrezco los intereses explotatorios de Occidente y el capitalismo desatado, que provoca tales desajustes, pero me enerva igualmente cuando se analiza desde una perspectiva maniquea de buenos y males.

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María Teresa León es casi tan conocida como Manuel Altolaguirre y más que Fernando Villalón, por poner un ejemplo entre los miembros de la generación del 27. Pero que quiera ponerse a la altura de los tres citados es, sencillamente, un disparate.
La Universidad tiene cada vez más investigadoras, algo magnífico. Poco a poco se irá nivelando de manera natural —y justa— a través de estudios sin necesidad de gestos idiotas a la galería.

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#34 Ya te digo. Martorell y, sobre todo, Ausías March son culpables de que tenga ganas de aprender la lengua. He tenido que contentarme con traducciones, y nunca es lo mismo.

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#27 Siendo rigurosos, los estadounidenses que viajaron son tan herederos de los medievales como los que se quedaron en el viejo continente. Si hablamos de naciones formadas después de la época, entonces Italia —por poner ejemplo sangrante— tampoco podría tener selección, pues no era nación entonces.

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Lo bonito es que si ese país es tan vil con sus hombre brillantes, Pérez Reverte puede sentirse a gusto, que no le va a tocar experimentar esa vileza

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#20 Vale, pero ciñámonos al presente, que se nos acaba el tiempo.

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#20 Es que el menda solo ha leído el titular. Pero hombre, seamos amables, que los retrasados también tienen derecho a ser tratados como personas. #17 Resulta que los propios periodistas han enumerado una buena cantidad de malas prácticas, y los de Público han seleccionado diez entre las que ellos denunciaron. No se trata de un tipo que se tragara todas las emisiones para hacer un articulito. ¿Te he sido de ayuda, campeón? Dale recuerdos a tu seño y a tus papis.

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Lo de la puta bajo la mesa y tratar de descubrir al afortunado que recibe la felación lo conocía como "el juego del impávido", porque esa es la cara que hay que tener mientras te realizan la concienzuda limpieza del sable.
Que conste que no he jugado nunca.

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Que me encanta La Venencia, y voy cada vez que piso Madrid. No sabía que a pesar de la proverbial antipatía de los camareros —un clásico de allí—, hacían bien las cosas incluso para gente como Amuda. Claro que volveré a pasarme por allí

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#24 Ya te digo: ayer vi la noticia en la cola de nuevos, antes de salir a portada, y me fijé únicamente en el titular. «Del mundotoday», me dije automática e inconscientemente, sin prestar atención, y seguí a otras cosas. Ahora, que acabo de verlo en portada, me he fijado... ¡si es rtv!

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#10 Ojalá no te veas nunca en la situación de tener que dormir en el cajero. Entonces entenderás que, aún peor que imaginarte si es peligroso ese que duerme en el cajero, es pasar allí toda la noche con el temor de que pueda ser peligroso todo aquel que cruce por la calle y te vea allí indefenso...

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Por motivos de mi investigación, algunas veces he tenido que consultar fondos de la biblioteca de la Real Academia de la Historia, puesto que he trabajado sobre algunos ilustrados que fueron miembros —o llegaron a dirigir— la institución a finales del XVIII y principios del XIX, y tienen allí gran parte de su material manuscrito. De tantas horas, le he cogido cariño a la Academia y a los miembros que tuvo. Y quizás por eso me dan más ganas de coger el lanzallamas y quemar lo que es ahora.

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#9 Eres como un reloj parado: incluso así, al menos das la hora correcta dos veces al día.

Pero añado que no quita que alguna vez dentro del género puedan surgir obras estimables, de alguien que no se conforma con entretener con adolescentes. A fin de cuentas, más que One Direction, la fantasía vendrían a ser el rock o el pop, y las canciones en general de tres acordes y gracias. Incluso ahí se encuentra música buena dentro de una marea de canciones fáciles y de escasa calidad.

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#53, #25, los tres tomos espurios que permitió la esposa están a un nivel muy inferior respecto a las novelas originales de Asimov —y la aparición de Voltaire y Juana de Arco, productos de un relato anterior y refundido de Benford se me hace cargante—, pero siendo conscientes de que no son de Asimov, se pueden leer. No son tan tan malos, pero es que la comparación daña. Yo los leí por puro ansia, puesto que ya me había leído todos los de Asimov, y me permitió seguir un poquito más con Hari Seldon. La cosa es leerlo sin perspectivas ningunas, y simplemente pensando en sacarle algo de entretenimiento a la tarde, sin más.
¡Pero solo si ya no te quedan novelas o relatos de Asimov ambientados en el mundo de la Fundación y los robots!

w

#95 El tema con esas tres novelas es que Asimov tiene lectores que no son lectores del género y no conocen los códigos. Eso ayuda a detestarlas más. Al menos es mi caso.
Tal vez si se las hubiera encargado a escritores de otros géneros a mi me hubieran gustado más.

e

#25 #53 #95 Las tres novelas posteriores a Asimov no conviene tomárselas demasiado en serio. Los propios autores tampoco lo hacen. Son más un homenaje (y una forma de rentabilizar el nombre de Asimov) que una continuación. Los guiños al lector que ha leído toda la obra de Asimov (uncluyendo todos los cuentos, que son legión) son contínuos y también intentan las tres dar coherencia toda la obra de Asimov dando algún que otro salto mortal para que desde Susan Calvin hasta Gaia todo forme parte de un continuo. Incluso "El Fin de la Eternidad" han conseguido introducirlo dentro de la cadena de acontecimientos que llevan al Imperio Galáctico. "Hijo del tiempo", "Los Propios Dioses" o "Amanecer" no, claro, la Fundación no es Menéame, en la saga hay un límite para el tamaño de los calzadores lol.

Por otra parte, estoy casi seguro que si Asimov viviera hoy y escribiese la saga de la Fundación la psicohistoria se parecería más a la de estas secuelas que a la que él escribió. Asimov empezó a escribir los primeros cuentos de la fundación en los años cuarenta, cuando la teoría cuantica estaba en plena eclosión, pero veinte años antes de que Lorenz diera a conocer su atractor y empezara a desarrollarse todo lo relacionado con los sistemas caóticos. Y eso es algo que ha llevado arrastrando desde la primera hasta la última novela. En el universo de Asimov predomina lo lineal y predecible. Hay sucesos aleatorios (por ejemplo El Mulo) pero no caóticos y eso hace que al volver a releer la saga original después de haber leído las tres novelas posteriores la original desprenda un poquito de olor a rancio, como el buen queso :-).

w

#113 Respeto tu opinión, pero sigo siendo partidario de la pena de muerte para los herederos que quieren seguir usufructuando derechos de autor creando nuevas obras sin el consentimiento del autor.

Por cierto, si seguimos teniendo discusiones razonadas sobre literatura va implosionar Menéame

e

#116 Yo de los derechos de autor no he dicho nada, solo de las novelas. Por supuesto tengo una opinión al respecto, opinión que incluye materiales muy densos y mucha energía cinética, así como algunas reacciones químicas realmente curiosas.

Horus

#113 ...intentan las tres dar coherencia toda la obra de Asimov dando algún que otro salto mortal para que desde Susan Calvin hasta Gaia todo forme parte de un continuo. Incluso "El Fin de la Eternidad" han conseguido introducirlo dentro de la cadena de acontecimientos que llevan al Imperio Galáctico.

En realidad todo esto lo hizo el propio Asimov en el libro Los límites de la Fundación. Allí entran los robots, las tres leyes y la Eternidad. Todo como parte de la explicación de la soledad del ser humano en la galaxia, la razón por la que la inteligencia no se desarrolló en algún otro planeta aparte de la Tierra. Igualmente enlaza con el final de la "Serie de los Robots", el inicio de la colonización de la galaxia. Lo mismo hace en Fundación y Tierra, tanto con la "Serie de los Robots" como con la "Trilogía del Imperio".

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Pues yo Taiko lo disfruté bastante. Claro que es más psicología de personajes —Toyotomi Hideyoshi es ahí un pedazo de personaje— que la épica. Supongo que todos abordamos las lecturas de maneras diferentes.

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#40 En la primera hay un partido femenino como pocas veces se han dado en la historia.
PD: Te he votado negativo por error. Si escribes de nuevo, te voto positivo para compensar.

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#3 No tendrían que hacerlo, evidentemente. Pero sencillamente, en el imaginario no entra lo femenino como parte de lo bélico. Eso hace que la primera reacción, instintiva, sea más desagradable que si se tratara de un hombre. La vemos guapa y más desprotegida, con o sin razón. Lo mismo que por lo que la miseria de un niño, que se asocia con la indefensión, conmueve más que la de un adulto, incluso en miserias iguales.

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#22 Como diría Goethe, «Quien no sabe llevar su contabilidad por espacio de tres mil años, se queda como un ignorante en la oscuridad y solo vive al día.» Personalmente opino que cuando pasen los siglos, a ciertas esferas de pensamiento del siglo XXI (ese del que te ufanas) se le verá por la simplificación y dogmatismo ético —especialmente para cierto agilipollismo progre, al cual, lo siento, atufas— muy al estilo, con sus matices y otras coordenadas político-ideológicas distintas, del puritanismo luterano.

D

#25 Lo dudo. El siglo XXI quedará -si es que queda- en la memoria, como el momento en el que la hijoputez y la mediocridad más absoluta de los poderosos y sus vasallos eran la norma; una versión cutre de esas eras que tanto añoráis algunos y que nunca alcanzaréis precisamente por vuestra miseria ética, proyección difusa de la que os sirve de referente.