En el año 2015, estuvieron a punto de soltar, por la modificación del Código Penal con la entonces mayoría del PP de M.Rajoy, a un montón de terroristas sobre todo islámicos, pero la judicatura fiel siempre a la derecha resolvió y creo el precedente de aplicar la disposición transitoria de la antigua modificación de 1995. Con aquella transitoria no sé rebajaba la pena si con la modificación del Código penal se hubiera podido condenar a la misma pena o superior los actos criminales por los que se condenó al reo.
Pero cuando el gobierno del PSOE y Podemos, a través del Ministerio de Justicia presentó su ley, fue aprobada en todas las instancias sin más problema, al aplicarla los jueces abandonaron la jurisprudencia anterior, misteriosa e inadvertidamente.
Total, la culpa de Podemos y de la Ministra de Igualdad, como si todo el Gobierno, el Ministerio de Justicia, el Consejo de Estado, el Parlamento... no hubieran tenido participación activa en la creación de la ley y más el Ministerio de Justicia que confeccionó el cuadro de penas. Pero ahora aquel exministro está el el TC y nadie lo criticó lo que hizo.
El protagonismo de lo ocurrido lo tendría sólo la judicatura. Algunos Tribunales no rebajaron las penas, pero en general y luego el TS decidió lo contrario.
¿Si no hace las leyes el PP hay que perjudicarlas?
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Hace falta ser rematadamente imbécil, o tener una memoria de las auténticamente de pez, para no haber comprobado que, desde que Irene Montero no está en el gobierno, el insoportable bombardeo mediático día, tarde y noche en contra de la ley del solo sí o sí y que había cuando ya estaba, ha desaparecido como por ensalmo.
Es que en los medios de comunicación más relevantes de este país y, constantemente, en horas de prime time aparecían diariamente el número de rebajas en las condenas.
Es más, cuando un violador se quedaba en la calle, como consecuencia de la reducción de penas, estaban toda una puta semana dando por el culo de forma aún más insistente.
Lo que ha dicho Pablo Iglesias se lo he dicho yo a mi cuñado y a varias amigos a finales del verano pasado. Es decir ya era evidente hace más de seis meses.
Es que la táctica era tan insoportablemente miserable, rastrera y al mismo tiempo tan, tan evidente, que ha quedado perfectamente claro que el pensamiento crítico medio del ciudadano estándar es de una precariedad que asusta, porque sabes que cada vez queda menos para que los salvajes, cafres, retrógrados, miserables, progolpistas, totalitarios e hijos de la gran puta de la ultraderecha asalten el legislativo del Congreso de los Diputados. Lo que implicaría una regresión de cincuenta años en menos de una legislatura.