Publicado hace 1 año por --662085-- a nationalgeographic.es

En las profundidades de los oscuros recovecos de una cueva de piedra caliza de Alabama se alzan figuras de tamaño natural que abarcan los reinos terrenal y espiritual. Trazada en el barro del techo de la cueva con la luz de una antorcha hace más de 1000 años, la extensa escena es tan enorme y tenue que no puede distinguirse a simple vista; sin embargo, los antiguos grabados están siendo celebrados como una de las mayores creaciones de arte rupestre de toda Norteamérica, y la más grande jamás descubierta en una cueva.