Fuentes de la Policía Nacional han anunciado hoy la detención de varios miembros de una organización dedicada al contrabando de pizzas con piña. La red operaba en las principales ciudades españolas y contaba con un sofisticado entramado que incluía repartidores motorizados y hornos industriales. "Nos encontramos sin duda ante un alto grado de profesionalización. Lo tenían todo muy estudiado", explicaba un portavoz de la policía en rueda de prensa.
En la imagen, un grupo de policías muestra una de las remesas intervenidas.
La pizza con piña, o hawaiana, como se denomina en el argot, está considerada un riesgo contra la salud pública y la mayoría de los países occidentales han prohibido su comercialización a instancias de la OMS. Sin embargo, su consumo se ha extendido en los últimos años, especialmente entre los jóvenes.
Los expertos comparan sus efectos con los de la heroína. "Los consumidores se convierten en individuos socialmente aislados, rechazados por familiares y amigos, que son incapaces de comprender este nuevo hábito de quien solía ser una persona normal", declara María Carbonara, directora del principal centro de rehabilitación de nuestro país. "Además, acaban perdiendo su trabajo, a menudo por sugerir el pedido de una pizza hawaiana cuando una reunión se alarga". Desempleados y abandonados por sus familias, suelen recurrir al robo para costearse su adicción. "Por fortuna, en los últimos años hemos desarrollado terapias que les permiten recuperar una vida normal. Empezamos dándoles pizza con anchoas, como se hace con la metadona, y poco apoco vamos reconduciendo su sentido del gusto".
Los cabecillas de la trama han pasado esta tarde a disposición judicial.