Escindido entre su independencia y su lealtad al PSOE, Ángel Gabilondo conversa con CTXT en el Círculo de Bellas Artes de Madrid minutos después de presentar su programa, titulado 26 soluciones justas. Durante la conversación, el candidato se muestra como un hombre de diálogo, pacífico, muy tolerante, nada dogmático. Evita usar la palabra izquierda (solo habla de mayoría de progreso), admite que está dispuesto a pactar con Podemos (“no gobernaría con ellos”, matiza), y promete que no llegará a acuerdos con el PP.
Comentarios
Pues vete buscando otro partido
Eso mismo dijeron en Navarra... y en Euskadi... y en Cataluña... por citar algunos.
Ángel, lo siento, hijo, no eres la lideresa
Ese el problema de Gabilondon.
Es, con diferencia, el mejor candidato en Madrid.pero justo debajo de el hay una montaña de mierda del tamaño del Everest, el PSM.
Cuando haya que repartir cargos, pactar con otro partido, ceder, hacer sitio, incluir propuestas, etc comenzaran las puñaladas dentro del PSM, las ordenes de Ferraz, la confusión , el caos, la guerra sucia , etc.
No se ha enterado. Le han puesto hay como el que cuelga una bandera, como símbolo, pero no para que sea el quien mande.
No es de la cúpula del PSOE, ni es militante, ni siquiera es afiliado.
Los partidos son muy de galones y este señor no los tiene.
Hay mucho amiguete que colocar y no lo van a dejar en manos de Gabilodo.
menos mal que no trabaja en IKEA
payasooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo .. por muy honrrado que seas estas en un partido de delincuentes.
Gabitonto.
¿Ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh?
Seamos racionales, este es de los pocos del PSOE que son de fiar
Y por eso se presenta por otro partido...oh, wait
#7 Hombre, como punto bueno es que no es afiliado, pero por lo demás no sé en qué te basas para afirmar eso.
Sólo órdenes.
Esto es un ejército, señores. Desde la Neofalange hasta el Seudosocialismo, pasando por las bastardadas que acaban de parir para re/degenerar la cosa nostra esta, aquí para no aceptar órdenes tienes que romper la baraja y largarte, y a ver si puedes (y te dejan). Talmente como el ejército.
A los de abajo los puedes putear a gusto, y con tus iguales como te dejen. A los de arriba, la primera hostia que te cae ves a Dios.