Hace 2 años | Por KLeGuin a ctxt.es
Publicado hace 2 años por KLeGuin a ctxt.es

La libertad se da en un entorno de límites y fragilidades. El ejercicio de la libertad requiere consciencia de aquello ante lo que no tenemos elección, de las necesidades. No hay libertad sin responsabilizarnos de su garantía para todas

Comentarios

RoyBatty66

Me quedo con esto

La culpa es triste y paralizante y genera ansiedad. La responsabilidad es fuerza, potencia y capacidad de hacer.

Ser responsable es erigirse en agente que se hace cargo y toma parte en lo que sucede alrededor; es saber que tienes la capacidad y el deber de decir o hacer algo, de sentirte inmiscuido en lo que ves alrededor. Ser responsable es la condición previa para tener poder, en el sentido de ser capaz junto con otros. Sentir responsabilidad es imprescindible para ser sujeto político. La garantía de derechos es la voluntad colectiva de hacernos cargo unos de otros. La vida, físicamente, no se sostiene si no se asumen responsabilidades.

En ausencia de responsabilidad y comunidad política en la que organizarse, la esperanza extraviada confía en que otros agentes produzcan lo que deseamos. Incluso, espera soluciones de los mismos que crearon los problemas y durante mucho tiempo los negaron. Espera que los intereses económicos que esquilmaron los territorios ahora se preocupen del bienestar de todos; espera que el oligopolio eléctrico que expulsa personas en los lugares de extracción de minerales y corta la luz a quien no puede pagarla sea el que impulsa una transición energética que ponga las necesidades de la gente en el centro; espera que los gobiernos que desamparan y hacen una política criminal en las fronteras, que no han sido capaces de impulsar la verdad, la justicia y la reparación de crímenes horrendos, sean los que, motu proprio, lancen los cambios necesarios.

Las instituciones son importantes pero hay que tener en cuenta que los partidos políticos que concurren a las elecciones no serán los que abanderen las soluciones incómodas e incomprendidas. Como ha reconocido con honestidad algún amigo querido, lo que sería necesario para la supervivencia y bienestar de la mayoría es hoy suicida electoralmente. Si no conseguimos desde fuera de las instituciones un salto de conciencia, no habrá quienes lleguen a ellas comprometidos con programas basados en el inevitable decrecimiento material, en la suficiencia, el reparto y cuidado de la vida.