De la Serna cree que así podrían lograrse "sinergias" y favorecer su venta para reducir la factura de lo que tiene que pagar el Estado. El ministro insiste en que los casos de corrupción que salpican a constructoras no afectarán a la imagen internacional de estas empresas. Dice que esperará a que el PSOE tenga nuevo líder antes de firmar el pacto nacional de infraestructuras