El gran cambio a dar es uno cultural y de cara a los consumidores, pues con la comida se reiteran los frentes de lucha ya explorados con los adictos de otras industrias, dado que los que fuman se sienten sexys al expulsar humo por la boca, los que beben alcohol se han percibido muy «cool» al sostener un vaso o una botella con alguna bebida alcohólica y, los que comen carne se han convencido de ser herederos ancestrales de prácticas milenarias, sin percatarse en ningún momento, ninguno de ellos, de la iconografía creada para extraerles el dinero
Comentarios
El gran cambio a dar es uno cultural y de cara a los consumidores, pues con la comida se reiteran los frentes de lucha ya explorados con los adictos de otras industrias, dado que los que toma zumos se sienten sexys al poner los ojos en blanco cuando beben, los que son veganos se han percibido muy «cool» al sostener una berenjena o un pepino en la mano y, los que no comen carne se han convencido de ser herederos ancestrales de prácticas milenarias, sin percatarse en ningún momento, ninguno de ellos, de la iconografía creada para extraerles el dinero.
#1 Sí. También pasa en el veganismo eso. Tienes toda la razón.
Todo lo que me gusta es ilegal, inmoral o engorda.
#2 Crack
#2 amén
Si hay que elegir cocaína y luego ya veremos
... y los que votan socialcomunista se sienten herederos de sus bisabuelos luchadores contra la burguesía exploradora y el capitalismo opresor y favorecedores
de la libertad yde la igualdadpor lo bajoTodo el mundo tiene un modelo que idealiza, hasta la gente de izquierdas