Hace 2 años | Por igarb a theguardian.com
Publicado hace 2 años por igarb a theguardian.com

Todos los días de la semana a las seis de la mañana, Ana Adelea-López, de 68 años, camina por su vecindario de Houston hasta la parada de autobús. Por el camino, pasa por una serie de complejos de apartamentos, postes telefónicos y vallas metálicas en un largo tramo de acera. Durante toda su caminata, no hay un solo árbol a la vista.

Comentarios

H

Daros un paseo por esos suburbios americanos llenos de polígonos y aparcamientos infinitos, wendis y mails, con barreras de cesped y carretera a cada lado y veras lo que es sentir el infierno en la tierra. No hay nada mas feo, insano y deprimente.

Sedicenucelar

#1 Decir también que no tienen el mismo concepto de pasear, lo que no sea un objetivo concreto de ir de punto "a" a punto "b" les explota la cabeza y te tachan de merodeador. Así que si solo lo van a atravesar en coche, para qué cuidarlo?