Hace 3 años | Por montag a lavanguardia.com
Publicado hace 3 años por montag a lavanguardia.com

De las tensiones que atraviesan el país, una principal y subterránea es la expresión genuina de la colisión entre la pulsión reformista de la política y el inmovilismo del Estado Profundo, una crisis autoinmune que lleva a pensar en conspiraciones. Pero las conspiraciones no existen.

Comentarios

Yorga77

Parece el intento de un Lord Sith de auto disculparase.

D

Laaaaaaargo pero interesante.

D

De autentico fiar ese verde viejo nunca me fue.
Fuera de broma, interesante comparación.

ikatza

Este precepto, cuya comprensión no requiere de un máster por la Universidad Rey Juan Carlos, sufre últimamente los envites de un supuesto liberalismo castizo que considera que la separación de poderes propugnada por Montesquieu habilita a que el poder judicial se convierta en una entidad autónoma, colegiada, que elija entre sus propios miembros a sus órganos de gobierno, al margen de legitimidad democrática alguna. Es decir, que uno de los poderes del Estado democrático recaiga en una casta profesional que lo administre sin contar con revisión de legitimidad. Por decirlo en plata, una apuesta por la más genuina endogamia, justamente en un gremio que ya de por sí padece una acusada tendencia a la sucesión dinástica –más o menos sazonada por una retórica meritocrática y por una libre concurrencia formal– y abriendo la puerta a la perpetuación de viejos hábitos de sociedad estamental.

Estás leyendo todo feliz cosas sobre la república galáctica y el consejo Jedi y pum, te sueltan esta bomba. Qué grande.

ataülf

Guau, vaya viaje de artículo.

Mis dieses.