En diez días se han dictado dos sentencias por un hecho semejante: pegar una bofetada a un niño. En un caso, el juez condena al agresor a tres meses de cárcel y seis meses de alejamiento del menor, y podría haber sido más severo. En otro, a pagar 120 euros de multa. ¿Por qué son penas tan distintas?. En el primer caso se trata del padre y en el segundo, no. El juez de menores Emilio Calatayud y el abogado de familia Gonzalo Pueyo explican el porqué: basándose estrictamente en la ley, pegar a un hijo, aunque sea un hecho aislado, sería "un delit
Comentarios
#0 Medio AEDE
Hemos perdido el norte. Esta sociedad está en derribo.
#2 Es absurdo que dar un cachete sea maltrato y es igual de absurdo que lleve menos pena que lo de alguien ajeno, que alguien de la familia. Tu a la cárcel y el no familiar, con una multa queda libre. Mi no entender, por Manitu.
Una interpretación tan estricta de la ley puede tener la paradójica consecuencia de dejar al menor desprotegido. ¿Y si llevan al padre/madre a la cárcel y el niño no tiene más familia? ¿Termina en Servicios Sociales?