No es la primera vez que hablo de The Walking Dead, la serie basada en los cómics de Robert Kirkman y Tony Moore. No hace falta esperar a una invasión zombie para plantarle cara a la condición humana. Basta inventarse una crisis económica, un arma de desigualdad masiva, y mirar alrededor, a nuestros microespacios de vida cotidiana, para descubrir esa actitud fría incluso en nuestros rostros.
Pero no relajen sus conciencias. La miseria no se instala exclusivamente en los consejos de dirección. Los vecinos de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada de Ébola, son tratados como apestados en su propio barrio.
Yo esto ya lo viví en el instituto, cuando un compañero al que se le acababa de morir de meningitis un gran amigo encima tuvo que aguantar que le hicieran un vacío brutal.
Dentro de lo malo, sirve para saber con qué gente no merece la pena perder ni un segundo.
Comentarios
Pero no relajen sus conciencias. La miseria no se instala exclusivamente en los consejos de dirección. Los vecinos de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada de Ébola, son tratados como apestados en su propio barrio.
Yo esto ya lo viví en el instituto, cuando un compañero al que se le acababa de morir de meningitis un gran amigo encima tuvo que aguantar que le hicieran un vacío brutal.
Dentro de lo malo, sirve para saber con qué gente no merece la pena perder ni un segundo.