Los niños no pueden jugar a la pelota, pero una panda de adultos sí. Ridículo.
Por el norte, León y Gijón también tienen compiten en el tema de despedidas.
Al menos no llevaban pollas en la cabeza
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Los niños no pueden jugar a la pelota, pero una panda de adultos sí. Ridículo.
Por el norte, León y Gijón también tienen compiten en el tema de despedidas.
Al menos no llevaban pollas en la cabeza