Los trabajadores de la radio y la televisión autonómicas de Castilla-La Mancha, vuelven a vestirse de negro este viernes, día 2 de enero, para mostrar su “rechazo absoluto a aspectos que consideramos inaceptables: la manipulación, que se extiende sin excepciones a todos los programas con algún contenido informativo; la creación de una plantilla paralela, que no para de crecer -especialmente en áreas como la Redacción de Informativos-; la contratación irregular (como es el caso de personas que prestan servicios como falsos autónomos), los despid
Comentarios
Están en contra de la manipulación pero en vez de negarse a participar en ella se visten de negro...así llegarán lejos...
#1
Que más quieres, en cualquier país democrático si los trabajadores denunciasen esto se hubiese montado un escándalo con dimisiones incluidas.
Estamos en un país donde se ha normalizado esto, montamos plantillas paralelas y si luego tiene como consecuencia el hundimiento de la cadena importa un pito, lo pagan los ciudadanos.
Igual esperas que salgan con pancartas durante la emisión, cuando eso acarrearía fuertes sanciones a los trabajadores e igual algo más a nivel judicial.
Manipular que yo sepa no es delito, lo otro si.
Donde no se movilizaban mucho fué en C9, así terminaron.
#2 Si, vistiéndose de negro seguro que consiguen grandes cosas y no acabar como los de C9...Vivimos en un mundo que se nos ha olvidado cómo defender nuestros derechos, quizás porque muchos no hemos tenido que hacerlo, y creemos que la solución fácil y cómoda es suficiente (ejemplo: estoy en contra de algo pero lo único que hago es poner un mensaje en las redes sociales, sin levantar el culo del sofá, eso si).
Dime, ¿Qué se consigue con la medida que van a hacer? NADA. Esta bien movilizarse pero hay que movilizarse de formas que sirvan para algo.
#3 Visualizar el problema y denunciarlo. El problema es que España no es una democracia y sirve para poco.
Pero interrumpir el TD o decir lo que te salga del pijo, al final sólo consigues sanciones y la justificación para cesarte y poner a alguien de su cuerda.