Afortunadamente el sábado no tenía a mano un pito, silbato, chiflo, sirena o cualquier otro artilugio hueco capaz de emitir sonidos agudos y desagradables en el momento que sonó el himno. Porque de haberlo tenido, lo hubiese utilizado, a pesar de sentirme español y creer que la unidad territorial nos hace más fuertes. Y lo hubiera hecho por el mismo motivo por el que a veces celebro las derrotas de algún deportista nacional (Fernando Alonso es mi blanco favorito); un patriotismo desorbitado que crea más segregación que el independentismo...
Comentarios
Me importa un pito.
#1 Pues entre pitos y flautas llevamos ya unos días con el tema
Yo no pitaría el himno, personalmente me gusta. Lo que sí pitaría es al Rey y demás autoridades (no soy nacionalista vasco ni catalán).
Entre furbo, trapos y pitos anda la cosa. ¡Qué país, la virgen!
#4 si no te gusta, presentate a las elecciones para monarca.