En diciembre de 2020 la sonda china Chang’e 5 aterrizó en la Luna para recoger unos 2 kg de roca lunar y traerlos a la Tierra. Un equipo internacional de investigadores ha analizado las muestras y esta semana presentan en la revista Science los resultados: el basalto del lugar de alunizaje tiene unos 1.963 millones de años, con un margen de error de unos 57. Los científicos han comprobado que procede de un magma que entró en erupción hace unos 2.000 millones de años, más tarde de lo que se pensaba. ¿Cuál sería la fuente de calor?
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