Que el lobo ataca al ganado es una realidad desde que humanos y animales salvajes conviven en un mismo espacio, algo que, no obstante se puede minimizar si los ganaderos adoptan medidas de protección. Sin embargo, decir que supone un peligro para el hombre es “falaz”, pues en todo lo que va de siglo XXI no se ha registrado en Europa ni un sólo ataque de lobos a humanos, ha dicho el biólogo de la Estación Biológica de Doñana del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y experto en la especie, Alberto Fernández Gil.
Comentarios
Pero son mu peligrosos, que se han comido al poni de Boderlayen.
#1 Al lado de mi casa (200 metros) se cargaron a un ternero que estaba a escasos 50 metros de su cuadra. Obviamente, por la noche, cuando no había un alma por ahí... Pero tampoco es para no tenerlo en cuenta.
#6 Hostia, ¡¿un lobo comiendo un ternero?! Me pinchas y no sangro.
#7 A 200 metros de una casa y habiendo dejado unas cuantas más atrás y bastante lejos de lo que puede considerarse "su zona". Detallitos sin importancia, ¿verdad?
Pero, te explico: con esa forma de argumentar, usando la ¿ironía?, pretendes aparentar ingenio cuando lo que tienes es una gran ignorancia. Aprovecha estas palabras; puedes sentirlas como un ataque a tu inentendible ego o darles utilidad y empezar a discutir con un mayor rigor.
Buenas tardes.
#9 Soy de familia de ganaderos y conozco bien las consecuencias de los ataques de los lobos. Pero de ahí a meter miedo con que ataquen a los humanos... Me parece de risa. O más bien, de cuento infantil.
#10 No entiendo del todo lo que quieres decir... ¿Significa tu respuesta que no hay que preocuparse de que los lobos se adentren en los núcleos rurales? ¿Es algo normal y no hay que prestarle atención?
#1 Se la podian haber comido a ella. Hubieramos ganado todos.
Bueno vale, puede que ya no devoren gente, pero por su culpa tenemos Roma.
Nunca hay que olvidar a los culpables de amamantar a Romulo y Remo y que a día de hoy, no podamos agregar ketchup a la pasta o piña a la pizza sin el miedo al que drián.
El problema es que los ataques de perros no los cubre los seguros pero si el de fauna salvaje (lobos y osos) hasta donde se.
Los que se comieron los lobos no pueden contarlo
Normal, deben llevar en el ADN el miedo transmitido de generación en generación por su único depredador: el ser humano.