investigación arrojó un resultado curioso: Beethoven, uno de los músicos más célebres de la historia, tuvo una puntuación poligénica de lo más común y corriente en musicalidad general si se compara con muestras de población del Instituto Karolinska, en Suecia, o de la Universidad Vanderbilt, en EE UU.
#1 Ellos mismos reconocen, al final del estudio que "los rasgos humanos complejos, incluidas las habilidades musicales, no están determinados únicamente por los genes o el entorno, sino que más bien son moldeados por su compleja interacción".
Es decir que el estudio sólo ha servido para constatar que analizar los genes para determinar cualquier habilidad, no sirve para nada.
No se aprendió cuando le median los craneos a los negros y maleantes durante el racismo científico. Ahora vamos a tener una época de tratar de explicar la naturaleza de las personas buscando en su ADN. Buscamos en su ADN su pasión por la música, su género panfluido, su idiosincrasia vasca...
Esta aproximación del estudio del ADN es el nuevo racismo científico, eso sí, tope de científico y tope de acanzado
Por otro lado, incluso aunque fuera un magnífico indicador, de un dato aislado sobre su predisposición a la sincronización de ritmos a concluir algo sobre los motivos de su genialidad musical van varios miles de trechos.
¿Como era esa seudociencia que intentaba adivinar el carácter y capacidades mirando el cráneo y aspecto? Suena exactamente igual cuando lo intentan hacer con el ADN.
Comentarios
O eso demuestra que los patrones genéticos que han usado no sirven y hay que rehacerlos
#1 Ellos mismos reconocen, al final del estudio que "los rasgos humanos complejos, incluidas las habilidades musicales, no están determinados únicamente por los genes o el entorno, sino que más bien son moldeados por su compleja interacción".
Es decir que el estudio sólo ha servido para constatar que analizar los genes para determinar cualquier habilidad, no sirve para nada.
#7 cosa que, oh... ya intuíamos todos.
Habilidades creativas, no. Pero lo de ser tontísimo sí lo llevo los genes.
No se aprendió cuando le median los craneos a los negros y maleantes durante el racismo científico. Ahora vamos a tener una época de tratar de explicar la naturaleza de las personas buscando en su ADN. Buscamos en su ADN su pasión por la música, su género panfluido, su idiosincrasia vasca...
Esta aproximación del estudio del ADN es el nuevo racismo científico, eso sí, tope de científico y tope de acanzado
Menuda memez. Lo que se midió fue un indicador genético de predisposición a la sincronización de ritmos.
Por un lado, vaya usted a saber el grado de fiabilidad de ese indicador genético. Según el estudio original (https://www.cell.com/current-biology/fulltext/S0960-9822(24)00025-3?_returnURL=https%3A%2F%2Flinkinghub.elsevier.com%2Fretrieve%2Fpii%2FS0960982224000253%3Fshowall%3Dtrue ) este tipo de indicadores pueden tener cierta utilidad para el estudio de grupos de personas, pero no es fiable para aplicarlo a una persona.
Por otro lado, incluso aunque fuera un magnífico indicador, de un dato aislado sobre su predisposición a la sincronización de ritmos a concluir algo sobre los motivos de su genialidad musical van varios miles de trechos.
¿Como era esa seudociencia que intentaba adivinar el carácter y capacidades mirando el cráneo y aspecto? Suena exactamente igual cuando lo intentan hacer con el ADN.
#3 Frenología.
Sí, suena bastante estúpido. Igual alguna cosa se descubre mientras tanto, pero el planteamiento es bastante absurdo.
Que analicen el de Melendi a ver.
A ver si han analizado un pelohuevo.