El 4 de abril del año 1284, en la ciudad de Sevilla, moría Alfonso X de Castilla “el Sabio”. Un monarca, del que se puede decir, había aprovechado bien su vida, en lo militar, en lo intelectual y dejando un gran legado a su sucesor, Sancho IV. Los testamentos reales, fechados en Sevilla, en el invierno entre 1283 y 1284, no dejó escrito el lugar exacto en el que había de reposar su cuerpo, dejando en manos de sus cabezaleros (personas encargadas de cumplir su última voluntad) la elección.
Comentarios
Era una tradición relativamente corriente entre la gente importante de la Edad Media:
Ricardo Corazón de León hizo enterrar su corazón en Rouen, sus entrañas en Chalus, y el resto en la abadía de Fontevrault.
Bertrand du Guesclin también se hizo enterrar por partes: su pellejo, en la iglesia de los cordeleros de Montferrand; su corazón, en Dinan; sus vísceras, en San Lorenzo de Le Puy; y sus huesos en la basílica real de Saint Denis.
En el s XIII era moda venerar restos mortales de santos, reyes y papas, la nobleza pujaba a ver quien acaparaba mas de esas "reliquias".
Como dice #4, nada especial, todo conforme a su época
Antepasado de Malcom X.
#1 Llamado también "El Negro".
Me ha recordado aquella adivinanza/juego...
La mujer del doctor, meses después de la muerte de su esposo, se decidió a ir a recoger los enseres que este tenía en su despacho de la universidad... solo entrar por la puerta, abrió mucho los ojos y la boca, para, seguidamente, ponerse a llorar desconsolada. ¿que había sucedido?