Hace 6 años | Por Davidmdf a eldiario.es
Publicado hace 6 años por Davidmdf a eldiario.es

En 1966, un arquitecto de 24 años, recién graduado de la Universidad de Teherán, se inscribió sin mucha confianza en un concurso para diseñar un monumento en homenaje al 2.500 aniversario de la fundación del Imperio Persa, y ganó. Pero si bien la Torre de la Libertad prosperó, la vida de Amanat quedó hecha trizas. La revolución de 1979 derrocó a la monarquía, y surgió la República Islámica, y el nombre del arquitecto, de fe Bahista, pasó a integrar una lista de la muerte y se le confiscaron sus bienes. Huyó de Irán y nunca más regresó.

Comentarios

Adunaphel

El monumento no arruinó la vida a nadie, fue el cambio de régimen y la persecución religiosa subsiguiente.
Sensacionalista.

La revolución de 1979 derrocó a la monarquía, y surgió la República Islámica, con el Ayatolá Khomeini como su líder supremo. El Sha, junto con muchos de sus seguidores, se fue del país y comenzó la mano dura contra la fe bahaí, que practica Amanat.
El nombre del arquitecto pasó a integrar una lista de la muerte y se le confiscaron sus bienes. Huyó de Irán y nunca más regresó.