Publicado hace 9 años por tomasulo a maestrazgotemplario.blogspot.com.es

En 1546 un grupo de canteros estaban llevando las tareas de remodelación de la pequeña ermita de la Virgen del Cid en la Iglesuela (Teruel).La leyenda contaba que El Campeador había pasado por aquella villa. Las obras iban rápido. Los sillares se extraían de unas ruinas cercanas. De entre esos muros que servían de cantera improvisada pareció una roca con extrañas inscripciones. Conscientes de que eran algo especial decidieron incluirla en la fachada del edificio.En el interior del templo podemos leer esta curiosa poesía escrita en una de ...