Publicado hace 4 meses por Cherenkov a noticiaspositivas.press

Hasta treinta y ocho botones forrados de seda de colores tenía en el siglo XIII el vestido del hombre: desde el hombro a la cintura, sin que hubiera dos botones iguales en aquella botonadura. Toda una especie de muestrario de ingenio, pericia y riqueza. Además de usarse como adorno tuvo alguna función práctica. En pleno siglo XV en la corte de Enrique IV de Castilla (1425 -1474), el botón amplió su ámbito de uso. Ya no se empleaba solo para decorar el justillo, sino que se empleaba también en la decoración de mangas y hombreras.