n 1962 una mujer japonesa, Utako Okamoto, creó con su esposo un potente fármaco llamado ácido tranexámico, con el que estaba convencida de que podría evitar la muerte por hemorragia de muchas mujeres que daban a luz. Pero en el Japón de postguerra, en el que no abundaban las científicas, Okamoto no logró convencer a los doctores locales de que hicieran un ensayo clínico con las mujeres que sufrían hemorragias postparto. Así que el fármaco acabó en manos de una compañía farmacéutica que lo promocionó para tratar la reglas de sangrado abundante.
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#0 Un estudio reduce las muertes por sangrado postparto con un fármaco barato y accesible
Un estudio reduce las muertes por sangrado postpar...
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