Un día de 1997, el investigador Charles Moore regresó desde Hawái a California en su velero. Sin embargo, en algún lugar del océano Pacífico no tardó en quedarse atrapado en lo que parecía ser una gran masa de basura: playas de bolsas y restos de ropa, pajitas o bosques de botellas de plástico, entre otros materiales, que formaban una enorme isla cuya extensión se perdía en el horizonte ... Este “continente” cuenta una extensión equivalente a la de España... por siete veces su tamaño.
Comentarios
El dia que toda esta basura se pueda aprovechar para fabricar algo, o valga algo de dinero, va a durar en el mar menos de 1 año.
#1 me la pela. Debería empezar a recogerse desde ya. Aunque solo fuese para enterrarse. De momento poco a poco se va disolviendo en microplasticos por el roce entre sí, y su efecto será hasta peor.
#1 Ya se puede aprovechar para fabricar, pero interesa más seguir vendiendo materias primas que venden las mayores multinacionales.