Las lluvias torrenciales y las inundaciones de las últimas semanas han afectado a más de un millón de personas en el continente africano, donde dejaron al menos 150 muertos, cientos de miles de desplazados y en algunos puntos sumergieron pueblos y aldeas enteros. El problema afecta a por lo menos 17 países africanos. Sin embargo, hoy, la ONU advirtió de que podría seguir lloviendo y producirse un brote de enfermedades