Evidentemente nos gustaría mantenernos sólo en la etapa 1, pero no conozco a nadie que pase -digamos reiteradamente- por la etapa 2 y bueno, la etapa tres me deja sin palabras; pienso si me gustaría que mis nietos caminar sobre mi piel hecha alfombra o si mi futuro yerno exhibiría mi cabeza embalsamada en su living.