«Pensaba que tenía derecho sobre ella, que era mía», explica uno de los más de 600 condenados por delitos de violencia doméstica que han realizado un curso de reeducación en la Audiencia Provincial de Alicante en 2008. Este hombre estuvo en prisión y, tras finalizar el programa educativo, ya no es el mismo. Su actitud hacia el sexo femenino ha cambiado radicalmente. «He entendido que un hombre y una mujer son iguales, que ambos sexos tenemos sentimientos y que hay otras vías para solucionar conflictos».
Comentarios
La reeducación es posible, el cambio social es posible, el entendimiento entre los dos sexos es posible. ¡Buenísima noticia!
Hoy me he levantado pesimista. Esto es un caso aislado. No creo que los maltratadores se curen ni que en la mayoría de los casos sea posible reeducar. Estoy seguro de que en si comenzara otra relación ese tipo volvería las andadas, a lo mejor no con violencia física (ahi es más faicl acabar en la carcel pero seguro que con violencia psicologica si.
#3 Yo me he levantado más pesimista aun, no creo en el cambio de ese hombre, sus palabras no cuadran.
...la única diferencia es la configuración.
Me alegro mucho por este hombre, espero que a partir de ahora logre un equilibrio en sus futuras relaciones.
Hola, soy la periodista que escribí el artículo. Estuve un ahora con él y creo de verdad, por lo que pude hablar con él, que los cursos le han ayudado y mucho, aunque a falta de una bola de cristal, el futuro lo dirá. Según me explicó, jamás antes se le había ocurrido ponerse en el lugar de una mujer. Él pensaba que era el hombre quien llevaba los pantalones,quien mandaba y quien decía. Frasecita muy habitual, desgraciadamente. Situaciones que ocurren todos los días en las que no pasa nada cuando es una mujer sumisa que no se queja y no denuncia, porque también piensa que es lo normal. Creo de verdad que este programa es muy positivo (al menos mal no hace), además si no hicieran los cursos no irían a la cárcel al ser las penas menores de dos años y si no tienen antecedentes. Con el programa, las penas quedan en suspenso (que no anuladas) y si reinciden se les sumaría a la nueva condena, con lo cual irían a prisión. Lo más grave de todo es que la mayoría no son conscientes de cometer un delito, en fin, en mi opinión eso es muy preocupante, y más cuando hay condenados de menos de 30 años que ya han nacido en democracia y con una Constitución que promueve la igualdad.