Con un machete en el costado y cubierta de sangre, esta foto parece la víctima de un brutal asesinato. Pero Iranildes Araújo no sufrió un cruel final; su muerte fue aparentada con salsa de tomate después de que el asesino a sueldo se enamorara de ella. Después, el convicto envió la foto falsa a su cliente, Maria Simoes, que le había contratado porque su marido parecía estar engañándola con Iranildes. 3 días después Maria los descubrió besándose, a Iranildes y el asesino a sueldo. María decidió ir a la policía alegando que la habían estafado.
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#0 Contratan a un hombre para matar a una mujer, se enamora de ella y simula el crimen con ketchup (Br)
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