Un panorama cuando menos sombrío que viene a ratificar la opinión de «The Economist», que asegura que el auténtico «subprime» de la banca española es el crédito de los promotores inmobiliarios.
Apostaron a que los españolitos pagaríamos otro millón de viviendas a precios imposibles, y van perdiendo. Hay que reconocer que los beneficios potenciales eran jugosos: por cada hipoteca a treinta años, el banco acaba cobrando tanto como el precio del tocho.
Comentarios
¿al cinquillo?
Apostaron a que los españolitos pagaríamos otro millón de viviendas a precios imposibles, y van perdiendo. Hay que reconocer que los beneficios potenciales eran jugosos: por cada hipoteca a treinta años, el banco acaba cobrando tanto como el precio del tocho.