Publicado hace 15 años por panenka a despidobasura.wordpress.com

Relato personal de un educador social de Zaragoza calumniado por su empresa para que abandone su trabajo. Durante un mes le acusaron de permitir el consumo de cocaína y cannabis por parte de menores en la Casa de Juventud donde trabajaba. El educador, quien había solicitado la aplicación del convenio estatal del sector, también fue acusado de preguntar a niñas de 12 años si se masturbaban. El Ayuntamiento de Zaragoza, responsable del servicio, escondió la cabeza pese a las graves acusaciones. Claro ejemplo de como están los servicios sociales.