El cuerpo del bebé que permaneció en las dependencias del Instituto de Medicina Legal de Almería sin que se le practicara la autopsia y cuyos restos fueron remitidos al Instituto de Toxicología de Sevilla que determinó que se encontraban putrefactos, fue incinerado el pasado jueves por expreso deseo de sus familiares.
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Menuda barbaridad lo que se cuenta en esa noticia ¿Siglo XXI?