Pasar de la risa al llanto como si nada, mostrar un comportamiento desinhibido y perder por completo el sentido del ridículo son señas inequívocas de que una persona va con el 'puntillo'. Si además hay mareos, naúseas, sudoración excesiva, palidez, descoordinación o pérdida de equilibrio es que el 'puntillo' se ha convertido en borrachera o intoxicación etílica. Cuando aparecen los desmayos y la falta de respuesta, la situación puede apuntar a un coma etílico.
Comentarios
Llamando a una ambulancia echando ostias, eso lo primero
#2 Abandonar al susodicho en la puerta de urgencias.
El articulo no dice como actuar
Tomarse la penúltima a tu salud, porque a la de él no va a ser!