Durante el día nuestros sentidos permanecen despiertos, registrando estímulos visuales, olfativos, gustativos, auditivos y táctiles, sin embargo la mayor parte de las veces no somos conscientes de esas percepciones. En la cata nuestro cerebro procura analizar y memorizar el mayor número de sensaciones conscientes que nos transmite un vino, mejorando de este modo no solo nuestro conocimiento, sino también el placer de nuestros sentidos.
Comentarios
no dice cuándo debe añadírsele la cocacola!
Yo cato