Una de las tradiciones madrileñas que más me llama la atención es la de acudir cada Navidad a la fachada trasera del Corte Inglés de Preciados y cantar la canción de Cortylandia. El evento en sí no puede ser más viejuno: los muñecos articulados cuyas bocas se mueven cuando no hablan, la temática infantil como de hace 20 años (duendes, hadas, brujas, etc).Hoy, los ciudadanos no asocian Cortylandia con la compra y se va a disfrutar como un elemento de la decoración más, como las luces de navidad o los belenes. Y la fauna que acude es espectacular
Comentarios
Cirtilandia , Cortilandia, vamos todos a cantar... jejej
Cada año es más cutre, al principio eran animatronics de aquel tiempo pero luego han pasado a reciclar maniquies. Deberian hacerlo dentro de la tienda para que tubiera su intención original.
Sí, sí, cutre y anticuado... pero la calle se pone que no se cabe.
Yo creo que no ha habido un año que no haya ido a verlo, jeje... es como el chocolate en la mañana de Año Nuevo o jugar a cazar a tu pareja con las serpentinas del espumillón: no es imprescindible, pero si no lo haces, es como si te faltara algo.
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A mi me llevaban mis padres desde Soria y para mi era lo más!! Aún me acuerdo de aquel Aladdín, le sonaban más los mecanismos q la música!! Ays.. qué tiempos..
Yo de pequeño lo odiaba. La puñetera cancion horrible, la aglomeración de gente que no se podia ni andar... El horror.
Pues a mí nunca me llevaron... gracias papás!