Hace 15 años | Por Toni1111 a elpais.com
Publicado hace 15 años por Toni1111 a elpais.com

El ex presidente del Citibank Walter Wriston opinaba que los países no quiebran. Pero la historia indica lo contrario: en los últimos dos siglos, en alrededor de un centenar de ocasiones las naciones han dejado de pagar sus deudas. ¿Hemos entrado en una nueva fase de la crisis en la que los Estados más poderosos, además de apoyar a los bancos y empresas estratégicas, habrán de ayudar a otros Estados de su zona de influencia, incapaces de pagar los préstamos y de financiar sus compromisos?

Comentarios

iramosjan

Una cosa es que no pagasen y otra que no pudieran hacerlo. En general las bancarrotas estatales, empezando por la famosa de Felipe II, no han sido tales sino medidas de presión para obligar a los prestamistas a aceptar una revisión de las condiciones, imponiendo plazos más largos e intereses menores (pero en cualquier caso el impacto sobre el crédito del país afectado fue desastroso, por supuesto; conseguiría condiciones mejores para la deuda existente, pero al precio de encontrar condiciones mucho peores para préstamos ulteriores).

Y también ha habido casos de estados que han repudiado su deuda anterior por una combinación de motivos económicos y políticos: por ejemplo, la URSS se negó a reconocer las deudas del estado anteriores a la revolución, contraídas por los gobiernos de los zares.

Pero en general, es casi imposible que un estado, que puede incrementar sus ingresos a voluntad elevando los impuestos y/o acuñar toda la moneda que necesite, quiebre. Otra cosa es que el efecto de elevaciones brutales de los impuestos y de imprimir dinero a lo loco sean tan malas o peores que las de entrar en bancarrota... Pero si ni siquiera Zimbabwe ha quebrado es que en la práctica es imposible que un estado quiebre.