Agentes de la Policía Local de Valencia han detenido a un hombre de 31 años que le robó a una mujer el dinero que llevaba encima y se lo tragó ante la llegada de los policías municipales. Los hechos ocurrieron en la tarde del pasado viernes cuando un hombre armado con una navaja atracó a una mujer en la calle de Antonio Martín. Cuando los agentes intervinieron en la pelea y procedieron a realizar un cacheo superficial al ahora detenido, éste, que se había metido los billetes en la boca, se los tragó.
Comentarios
En el chiste molaba más, porque el gitano se metía los melones por otro sitio...
Dos delitos en uno: Atraco con amenazas y destrucción de papel moneda.
¿Diferenciaba el dinero de la pasta?
Habrá averiguado el sabor del dinero...
vaya colocón: Los billetes españoles, los que más cocaína 'esnifan' de toda la Unión Europea
Los billetes españoles, los que más cocaína 'esnif...
20minutos.esPor fin un significado literal a eso de "ese tío caga pasta"...
Prensa amarilla es el nombre que se da al tipo de prensa sensacionalista que incluye titulares de catástrofes y gran número de fotografías con información detallada acerca de accidentes, crímenes, adulterios y enredos políticos. En los países de lengua inglesa, estos noticieros se llaman «tabloides» porque suelen tener un formato menor que el usual de periódicos serios.
¿Donde está aquí el amarillismo?
#5 Go To #5
¿En serio no lo ves sensacionalista y distorsionado resaltando detalles innecesarios en el titular?
#7 Pues no Estaré oxidado...
#9 El hecho de que alguien se coma un billete es irrelevante, secundario, friqui, infantil y simplón.
Al redactar el titular destacando este detalle se tiñe de colo amarillo.
Claro que si lo redactaran correctamente sería un simple atraco mas, de los que hay miles todos los días. Entonces la noticia será irrlevante, y de hecho lo es.
http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=9951&cat=medioinformacion
para que luego digan aquello de "cuando tales el ultimo arbol, te darás cuenta que el dinero no se come".
es que hay mucho hambre, no podía esperar a entrar en un bar y pedir un bocata