En la época en la que España y Portugal entraban en la CEE, cuando Samaranch le regaló los Juegos Olímpicos a su ciudad natal, poco antes de que Narcís Serra llevara a España a la primera operación militar en el extranjero de su historia democrática, el fútbol era otra cosa. Seguía siendo un deporte eminentemente europeo y latinoamericano, los pantalones apenas escondían los órganos genitales de los futbolistas y las espinilleras eran solo para los acobardados o los ‘dieces’ de cada equipo.
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@jruschev